Qué tan seguro es el transporte, cuántas opciones de movilidad, calidad de aire, eficiencia y desde luego precios, son algunos de los indicadores que toma el Instituto Mexicano de la Competitividad para hacer el Índice de Movilidad Urbana (IMU), con el cual analiza cómo vamos en cuestión de transporte en el país.
La buena noticia es que en infraestructura se ha avanzado, Ciudad de México, Saltillo y Guadalajara han alcanzado un desempeño adecuado; la mala es que el parque vehicular crece a niveles alarmantes, a tasas mayores de lo que lo hace la población.
El IMCO presenta datos duros: de 1990 a 2017 el parque vehicular creció a una tasa anual del 5.3 por ciento, mientras que la población lo hace a una tasa del 1.5. Ello quiere decir que el número de vehículos crecen 3.5 veces más rápido que la población.
El estudio evalúa 20 ciudades que se componen de 203 municipios, en donde está el 43 por ciento de la población nacional y 68 por ciento de la economía urbana. Con solo tres ciudades aprobadas, el resto se encuentra entre nivel de competitividad media baja y media alta, pero Villahermosa y Acapulco cruzan el límite hacia competitividad baja.
El asunto no es el incremento de vehículos en las calles con un crecimiento difícil de controlar, sino la falta de políticas públicas para generar un transporte público eficiente, ordenado y seguro.
Las ciudades que crecen horizontalmente
Cuando se habla de movilidad, también hablamos de mucho más. La ineficiencia en traslados encarecen la vivienda cerca de las zonas corporativas, donde se acumulan las grandes manchas poblaciones para trabajar. En una urbe en la que cuesta tiempo y dinero llegar a todos lados, lo que cobra valor es estar cerca del destino, y por tanto, la opción más viable económicamente tiende a ser estar en la periferia.
Una movilidad que no se da a basto entonces tiene como resultado barrios segregados, detalla el IMU. Personas que invierten dinero y horas que podrían ser productivas en llegar al trabajo. Ese gasto de transporte equivale al 19 por ciento del gasto total del hogar en México, bastante mayor si lo comparamos con el de la Unión Europea con 13 por ciento o Estados Unidos con 10 por ciento.
Si bien Ciudad de México, Saltillo y Guadalajara destacan luego de englobar todos factores del IMU, es importante hacer apunte de algunos por separado. En cuanto a seguridad, solo Mérida tiene un nivel de competitividad alto, y Saltillo adecuado. El resto se debate entre media alta y media baja, y Cuernavaca y Villahermosa están en lo más bajo.
En infraestructura destacan Leon, Chihuahua, Guadalajara y Monterrey, con un nivel de competitividad adecuado, mientras que Acapulco, Toluca, Cuernavaca y Querétaro están al fondo de la tabla. Querétaro sin embargo está en los principales lugares en lo que respecta a Aire limpio, al igual que Morelia, Puebla y Tlaxcala. En este indicador los peores calificados son Saltillo, Cancún, Toluca y Aguascalientes.
El Valle de México destaca en políticas públicas en favor de la movilidad, pero es uno de los indicadores en donde hay más disparidad: 13 de las 20 ciudades tienen un nivel de competitividad media bajo o menor. El reporte es enfático aquí en torno a la incertidumbre jurídica que ha acarreado la llegada de Uber a Ciudad de México y otras: solo tres del total de entidades federativas contempladas enumeran los requisitos para que plataformas similares funcionen con un registro ante el gobierno local.
Las propuestas
Precisamente entre las propuestas hechas por el IMCO está el permitir nuevas plataformas de transporte a través de tecnologías. Para ello es prioritario que se avance en cuestión de leyes de movilidad, sobre todo para las entidades en donde no hay ningún marco regulatorio.
El asunto no es menor, sobre todo considerando los trabajos que en Ciudad de México se han hecho por normar scooters y bicicletas compartidas como alternativas de movilidad, pero cuyos lineamientos definitivos siguen en proceso. A ello hay que sumarle la inminente llegada de un nuevo segmento con Picap como interesado en traer su servicio motos con conductores al más puro estilo de Uber.
Entre el resto de recomendaciones está el elaborar marcos que den prioridad al peatón y al transporte público no motorizado, y el incremento de impuestos verdes, como la tenencia, el impuesto a las gasolinas y el cobro de vialidades en ciudades para desincentivar el uso de coches.
La propuesta sobre impuestos se detalla en el rubro de mejora de calidad de aire:
"Los impuestos de tenencia vehicular son el único mecanismo para desestimular la adquisición de automóviles y una de las pocas fuentes de financiamiento que tienen los estados para la construcción de nueva infraestructura. Si los estados quieren lograr desacelerar la demanda de autos, y alcanzar el crecimiento del parque vehicular con más infraestructura, los impuestos de tenencia son un mecanismo ideal para lograrlo".
Los impuestos verdes no son asunto nuevo en México, tienen como principal razón de ser disminuir las emisiones de carbono e incluso son respaldados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos de la ONU.
Imágenes y más información | IMCO
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