Autos que giran solo con el movimiento del conductor, vehículos personales con forma de drones, y hasta con sensores para detectar el humor del conductor, el Auto Show de Detroit sirve para que los grandes fabricantes presenten sus más recientes modelos, pero también, para que den un vistazo al futuro de la industria con algunos conceptos que, aunque no estén a la venta por ahora, podrían estarlo en los próximos años.
MicroSNAP
MicroSNAP es el ejemplo claro. Presentado por primera vez en el CES 2018, el vehículo autónomo carece de volante, y se compone de dos partes: una cápsula para albergar pasajeros o mercancías, y un chasis con llantas.
Con solo espacio para dos pasajeros, el concepto pretende evitar que la totalidad del carro sea reemplazado luego de solo unos años de vida. En vez de ello, cada tanto habría que solo reemplazar el chasis, pero la cápsula podría solo recibir actualizaciones de software.
La cápsula puede desplegar señalizaciones al exterior, para facilitar la comunicación con otros vehículos y peatones.
Está pensado para que su funcionamiento se base en conexiones 5G. Los pasajeros deberían poder usar cualquier asistente personal que sea de su preferencia.
Dentro, una pantalla curva LED de 49 pulgadas serviría para reproducir todo tipo de contenido de entretenimiento. Para complementar, Harman se encarga de las tecnologías de audio.
Para manejar el interior de la cabina, se involucran sensores biométricos de todo tipo. Sensores de huellas e identificación de iris son indispensables para echar a andar el vehículo y para interactuar con el sistema.
SureFly
Fabricantes que optan por soluciones aéreas para evadir el tráfico terrestre no son pocos, pero SureFly quiere que todo tipo de usuarios pueda manejar su propio drone, sin necesidad de tener que aprender a pilotear una aeronave. SureFly es un vehículo híbrido con autonomía para hasta 110 kilómetros.
"Si puedes manejar un drone, puedes manejar esto", ha dicho Steve Burns, CEO de Workhorse, empresa a cargo de SureFly.
Su costo aproximado sería de 400,000 dólares, algo así como 8 millones de pesos.
Si todo va bien, SureFly podría llegar oficialmente al mercado en un par de años, aunque su producción comienza en este 2019. Las reservaciones pueden incluso ya hacerse desde su sitio oficial.
I-Road
Toyota llevó varios de sus conceptos de vehículos al Auto Show de Detroit. Con un rosa bastante llamativo, el I-Road robó miradas en su stand. No solamente es su diminuto tamaño, sino su manejo: el vehículo es capaz de moverse solo con la inclinación del cuerpo del conductor.
La idea es ser tan compacto y conveniente como puede serlo una motocicleta, pero con la estabilidad de un auto.
I-Road es totalmente eléctrico y libre de emisiones. Sin embargo, su autonomía es algo corta por el momento: apenas alcanza los 50 kilómetros a una velocidad constante de 30 km/h.
I-Road lleva siendo un prototipo desde hace varios años. Toyota le sigue presentando con ligeras mejoras, pero aún no ha encontrado su camino hacia el gran mercado de consumo.
FV2
El FV2 mantiene algunas de las características del I-Road, como un tamaño miniaturizado, y un manejo a través de movimientos. Agrega además paneles exteriores en los que el usuario puede reproducir contenidos y colores distintos, para personalizar su auto.
El asunto con el FV2 es su sistema de detección de ánimo. Con sofisticados sensores podría reconocer el humor de su conductor, y con base en ello sugerir posibles destinos.
El FV2 está pensado como un auto que debería estar conectado a otros vehículos y a un sistema constante de monitoreo de tráfico. Con esa información, podría mantener al tanto a su conductor sobre las condiciones ambientales, pero también sobre peligros inminentes como objetos cercanos ubicados en su punto ciego.
Con toda la información que el vehículo recolecta del usuario, podría determinar sus habilidades de manejo, y sugerir entonces el tipo de asistencia de manejo necesaria.
Toyota quiere que el FV2 se convierta en el primer vehículo en donde carro y conductor estén conectados tanto de manera física, como emocional.
Concept I
Finalmente el Concept I no se olvida de la tendencia hacia los vehículos autónomos, pero provee en todo momento un volante para quienes no se sientan cómodos dejando todo a cargo del sistema.
Como el FV2, es capaz de reconocer el estado de ánimo del usuario, y sugerir destinos. Si el conductor está estresado, Concept I podría sugerir ir a un spa, y si se aprueba la recomendación, podría dirigirse por sí solo a él.
Su acabado minimalista está hecho para ser lo menos intrusivo posible, y evitar tener la sensación de que se tiene más interfaz y controles de los que se necesita. En vez de todo ello, usa luz, sonido y un panel central para comunicarse con el conductor.
La constantes en los vehículos es clara: la preocupación sobre cómo evitar el tráfico permanece, pero las soluciones son variadas, algunas consisten en evitar contacto con el suelo, y otras en la miniaturización de los autos. La segunda tiene como consecuencia que las cabinas sean más personales, lo que se ayuda de las plataformas de detección de ánimo.
Lo que nadie pone en duda es que los vehículos eléctricos poco a poco ocuparán el abanico de opciones de los grandes fabricantes, y que la conducción autónoma, en cualquier nivel, será algo con lo que tendremos que aprender a convivir, en ocasiones con ayuda de procesos que nos motiven a confiar más en nuestros carros y sus inteligencias artificiales.
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