En la última licitación del Instituto Federal de Telecomunicaciones la empresa Tecnoradio fue la gran beneficiada de todo el proceso al obtener 37 frecuencias de radio en AM y FM. Desde esa fecha no han parado de lloverle reclamos e investigaciones.
Ahora la Asociación Mexicana del Derecho a la Información ha pedido que se revise su participación en el mercado. Su presidente Jorge Fernando Negrete ha asegurado que si bien su participación en el concurso no fue ilegal si hay sospechas.
Aunque en un principio a la empresa Tecnoradio se le vinculó con algunas personas que forman parte del sector gobierno (lo que puede ser vinculado conflictos de intereses entre los participantes). Para varios especialistas lo sospechoso del proceso es la forma en como los dueños anteriores de Tecnoradio salieron de la empresa.
De hecho creen que no es “normal” la forma en que salieron los anteriores dueños de la empresa (Cenobio Alfonso Amilpas Godínez y Carlos Lara Sumano), quienes tienen una amplia trayectoria en el gobierno Méxicano y que abandoraron Tecnoradio apenas dos días antes de la licitación; mientras que para Jorge Fernando Negrete los dos ex accionistas deben explicar por qué dejaron de tener acciones, si las vendieron, las regalaron o las donaron.
En la escritura de la empresa se dice que unos días antes (de la licitación) ellos salieron de la misma. No puedo decir que sea ilegal, pero tendríamos que apelar a la suspicacia, porque estos señores que se fueron de la empresa no son ajenos; estamos hablando de dos de los funcionarios públicos más experimentados del país
Por ahora el Instituto Federal de Telecomunicaciones ha dicho que no hay nada extraño en el proceso licitatorio en el que Tecnoradio fue uno de los 67 ganadores, lo que implica que todo el proceso deba seguir con normalidad. Y Tecnoradio deba pagar sus contraprestaciones para recibir sus concesiones y así administrar sus frecuencias.
Eso si, de acuerdo a recomendaciones del IFT, deberá realizar algunos ajustes a su esquema de financiamiento para lograr operar con mayor precisión. En caso que la empresa no pague la contraprestación de la licitación, se les cobrará la garantía de seriedad y se emitirá un nuevo fallo para dar como ganador al segundo o tercer lugar que haya quedado en esa subasta.
Vía | Milenio
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