El número de Operadores Móviles Virtuales (OMV) no para de crecer en México, al punto de que ya suman más líneas nuevas que Telcel o AT&T, según uno de los reportes más recientes de The CIU. Aunque su crecimiento representa un beneficio para los usuarios, también plantea un problema: ¿qué sucede cuando una de estas empresas quiebra o suspende sus servicios?
Esto es precisamente lo que el Instituto Federal de Telecomunicaciones aborda en una consulta pública de un anteproyecto para modificar los lineamientos de la comercialización de servicios móviles, en caso de que un OMV cese sus actividades y no se haya realizado una migración de los usuarios a otro concesionario u OMV.
Las justificaciones del IFT
En un documento que detalla el análisis de impacto regulatorio, el IFT señala que, debido al desarrollo dinámico del mercado, es posible que los OMV, por cambios en los planes de negocio o situaciones económicas adversas, cesen abruptamente sus operaciones y, por lo tanto, la prestación de servicios de telecomunicaciones a sus usuarios.
Esta situación representa un problema para los clientes, quienes en caso de que la empresa no adopte medidas adecuadas que faciliten la migración oportuna de los usuarios a otro operador activo, pueden ver afectado su servicio.
La falta de acceso a las telecomunicaciones puede impactar a derechos como la portabilidad numérica, el acceso a servicios de emergencia o a sistemas de atención para cualquier consulta relacionada con su línea telefónica.
Poca portabilidad desde OMVs que detienen sus operaciones
A modo de contexto, el IFT explica que entre 2021 y 2022 se registraron 53 nuevos OMV, aunque algunos también dejaron de prestar servicios a sus usuarios en años recientes.
Por ejemplo, tanto Simpati como Yo Mobile dejaron de ofrecer sus servicios durante 2022. Para el IFT, estos casos funcionan como antecedentes de una situación que podría afectar a los usuarios finales y representar la pérdida de líneas móviles para el sector, pues el número de portaciones de estas a otras plataformas es bajo.
Para respaldar esta preocupación, el Instituto incluye el comportamiento de varios OMV tras su cierre, como el de Cierto, Compartfon, Maz Tiempo, Simpati, Simplii o Six Móvil.
En la gran mayoría de estos casos, se observa que, desde su base de usuarios hasta su cese de operaciones, en el plazo de un mes, apenas se portaron y recuperaron un porcentaje mínimo de números; en algunos casos, el porcentaje fue 0.
Aquí destacan dos OMV. El primero es Simpati, donde de 33,659 usuarios, solo 1,068 migraron a otro servicio, un 3.17%. El ejemplo más "exitoso" es el de Simplii, que, de sus 2,391 usuarios al cese de operaciones, 2,066 hicieron portabilidad a otra compañía para conservar su número, es decir, un 86.41%.
La solución "temporal" del IFT
Como parte de su propuesta, el IFT sugiere modificar los lineamientos para la comercialización de servicios móviles, a fin de incluir un mecanismo de seguridad en caso de que un OMV suspenda sus servicios y no haya realizado, o no tenga previsto, un procedimiento para la migración a otro concesionario u operador.
Este mecanismo permitirá una conectividad temporal en la red del Concesionario Mayorista Móvil que daba servicio al OMV, para que sus usuarios puedan, durante un periodo de 40 días naturales, realizar su portabilidad o hacer llamadas a números de emergencia, aun cuando la empresa en la que adquirían sus servicios haya detenido sus actividades.
Según el Instituto, con esta modificación se busca evitar afectaciones a los usuarios de los OMV que detuvieron sus operaciones abruptamente. No se limitará su acceso a servicios públicos de telecomunicaciones, y se les permitirá ejercer su derecho a portar su número a otra empresa sin perderlo.
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