No es un secreto que Altán Redes, la empresa que opera la Red Compartida bajo la cual funcionan más de una decena de operadores móviles, tiene problemas financieros desde hace meses. Aunque ha habido mucho ruido mediático, ahora Altán Redes confirma que está buscando protección contra bancarrota, a través de una figura en donde un juez proteja sus activos ante su incapacidad de pago.
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Con el apoyo del gobierno de México
A la figura se le conoce como "concurso mercantil", y esencialmente es un tiempo extra para proteger los activos de una empresa, en lo que se reestructura financieramente y llega a nuevos acuerdos con sus proveedores. Altán no dice cuánto dinero debe, pero según Darío Celis que fue uno de los primeros en dar cuenta sobre el tema, asegura que la deuda ronda en los 30,000 millones de pesos, entre deuda bancaria y deuda a proveedores como Huawei y Nokia.
Independientemente de la cifra, Altán Redes deberá conseguir que un juez conceda primero una investigación a sus finanzas. Si la investigación arroja que la protección es necesaria, entonces el juez declara el concurso mercantil, protege todos los activos de la compañía (cuentas bancarias, oficinas, infraestructura, etcétera) y le da un plazo a la empresa para que reestructure sus deudas, ya siempre con la supervisión del Instituto Federal de Especialistas de Concursos Mercantiles (Ifecom). La idea privilegiar la conciliación antes de la bancarrota de una empresa.
Altán Redes asegura en un comunicado que tiene ya tres millones de usuarios finales en todo el país a través de los operadores móviles virtuales, los mismos que han tenido un acelerado crecimiento en el último año. Según Altán, la empresa tiene el respaldo de sus accionistas y además del gobierno de México. Celis mientras tanto asegura en su columna para El Financiero que la instrucción no sería rescatarla financieramente, sino apoyar a Altán en su reestructura.
El problema es que, dice Celis, casi todos los accionistas y prestamistas están alineados a un plan de reestructura, pero no así los proveedores tecnológicos, es decir, Huawei y Nokia. A ellos se les debería cerca de 800 millones de dólares.
Altán representa una de las grandes promesas para acabar con la brecha digital en México. La Red Compartida que opera inició en operaciones en 2018 con el objetivo de llevar conectividad 4.5G a un 94.2% de la población en México para 2024. La licitación para gestionar la red fue obtenida por Altán cuya tarea a mediano plazo es dar cobertura al 70% de la población para 2022, con prioridad a zonas desconectadas y de alta marginación.
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