Si bien durante la última década se ha producido una toma de conciencia general acerca de la importancia del deporte, la alimentación sana y, en definitiva, de la necesidad de mantener unos hábitos de vida saludables; sin duda una de las disciplinas que ha visto su número de adeptos acrecentado notablemente es el running. Una modalidad deportiva exigente para la que deberías prepararte adecuadamente. ¿Lo primero? Hacerte con un pulsómetro.
De hecho, conocer tus pulsaciones resultará imprescindible a la hora de evitar problemas, especialmente si estás empezando y desconoces tus límites. Para lograrlo con éxito, el mercado te ofrece una gran variedad de dispositivos pero, ¿es imprescindible adquirir uno específico o puedes adjudicarle la labor a tu celular? Hoy analizamos la diferencia entre los aparatos más tradicionales y las aplicaciones móviles con esta utilidad.
Cómo funcionan
Sin embargo y antes de entrar en mayores detalles, nos centraremos en algunas cuestiones básicas de estos gadgets, como su funcionamiento. Así, se basan en un principio sencillo: cuando incrementamos la intensidad de consumo, también aumentan el consumo de oxígeno y la frecuencia cardíaca de un modo prácticamente proporcional. Para determinar esta última, podemos emplear una fórmula: 220–edad= FC máxima.
La cifra nos servirá para saber en qué zona de actividad nos encontramos. Por ejemplo, si estás al 60 o 70% significará que la intensidad del ejercicio es baja, un rango ideal si estás empezando a correr, quieres ponerte en forma, perder peso o mantener la eficiencia cardiovascular. En el 70 y 80% ya entrarás a tonificarte, aunque también favorece la pérdida de peso. No deberías llegar más allá de no ser que estés entrenando intervalos de velocidad o en altitud (o sea, con menos oxígeno).
Unas prestaciones que pueden aplicarse tanto a los pulsómetros en sí mismos (los clásicos son los de la banda en el pecho y el sensor en los dedos) como a las apps referidas, y que deberían cumplir unos requisitos:
- Comodidad de uso: en el caso de la banda, procura escoger una que te ahorre las rozaduras y alergias, acolchada y elástica. Para el smartphone, busca una sujeción deportiva específica para evitar que el peso del celular y su forma te molesten.
- Interfaz sencilla: para usarlo sin dificultad durante la marcha.
- GPS: la mayoría lo incorporan, algo muy útil si careces de orientación y practicas ejercicio al aire libre. Para sacarle partido a esta característica necesitarás una buena conexión como la que te proporciona Telcel.
- Que el control de la FC sea preciso y constante: para ello, pueden incluirse datos relacionados con la edad, estatura, peso y sexo, entre otros.
Pulsómetros para smartphones
Como decíamos, existen una serie de aplicaciones que nos permiten medir nuestras pulsaciones (y nos ayudan a mantenernos en forma) sin necesidad de contar con dispositivo externo alguno más allá de nuestro propio terminal; una opción que, si bien no resulta tan cómoda, cuenta con otras ventajas como el GPS incluido y mayores posibilidades de programación del entrenamiento, almacenamiento de datos y control del entrenamiento.
La mayoría de ellas se vale de la cámara del teléfono móvil para realizar el seguimiento cardíaco. Basta con apoyar el dedo sobre el objetivo, de manera que, con el flash activado, este captará los cambios de luz producidos por cada latido y generará un patrón mediante el que la app calculará el resultado final. En el mercado también encontramos móviles que ya disponen de un sensor propio con esta función. Como puedes suponerte, la precisión será otra.
Entre las herramientas más recomendables se encuentran Instant Heart Rate (galardonada ya en 2011 como la mejor aplicación de Salud y Fitness en los Mobile Premier Awards), Runstastic Heart Rate, Pulsómetro Plus, Cardiógrafo, Monitor de Pulso Cardiaco y Heart Beat Rate –este último hasta te indica la zona de entrenamiento- y similares.
No pierdas de vista las posibilidades de sincronización de los datos con otros dispositivos gracias a la nube. Una manera de compartir la información con otros sistemas de competición, así como en las redes sociales.
En todo caso y al margen de estas y otras posibilidades –como los wearables deportivos, un ámbito en plena expansión-, lo cierto es que existen una serie de parámetros que no deberíamos dejar nunca de lado cuando nos iniciamos en el running.
Por ejemplo, resultará imprescindible que seas consciente de las limitaciones de tu propio cuerpo (atiende a tus sensaciones), que lleves a cabo un chequeo médico previo para descartar anomalías que podrían verse agravadas durante el trote y, como decíamos, que te hagas con un pulsómetro o similar cuyo uso conozcas más allá de su funcionamiento técnico.
En todo caso, un conocimiento que la tecnología y las conexiones mejoradas -como la 4G de Telcel- favorecen, haciendo posibles una mayor integración entre deporte y salud. Hay celulares que te van a ayudar a ponerte en forma con una tecnología pensada para el deporte, una opción ideal para instalar todas las apps deportivas del momento.