Uno no podría imaginar la franquicia de Misión: Imposible sin Tom Cruise, pero al parecer, Paramount sí. Fue en el lejano 2006, después del estreno de Misión: Imposible III, cuando la empresa decidió cortar vínculos con el actor, pero él siempre supo cuál era la fórmula para regresar.
Hace 18 años, en una entrevista para The Wall Street Journal, el director ejecutivo de Paramount, Sumner Redstone, confesó que la actitud del actor dejaba mucho que desear.
“No creemos que alguien que comete un suicidio creativo y le cuesta dinero a la empresa deba estar aquí. Su comportamiento reciente no ha sido aceptable para Paramount... Nunca se había comportado de esta manera, realmente cruzó la línea".
Misión: Imposible III contó con un presupuesto de 150 millones de dólares, pero logró recaudar casi 400 millones en todo el mundo, lo que se podía considerar un éxito en taquilla. El problema fue que Paramount esperaba mucho más.
Para los que no recuerden qué pasó con el actor en esa época, fue cuando declaró su apoyo a la Cienciología, sin olvidar su aparición con Oprah Winfrey donde comenzó a saltar en el sillón y declarar su amor por Katie Holmes. Situaciones que lo convirtieron en el protagonista de las noticias, pero no como la empresa esperaba.
Ese momento también fue un punto de quiebre para el actor, donde decidió contratar un nuevo publicista y enfocarse en producciones pequeñas como Leones por corderos de 2007 y Operación Valquiria en 2008. Pero todo cambió cuando apareció en la comedia Una guerra de película, con un papel que le valió una nominación al Globo de Oro, momento en el que Paramount consideró que lo quería de vuelta.
En ese momento, Tom Cruise tenía como aliado a J.J. Abrams, director de la tercera película y productor de la cuarta. Todo parecía bien, pero Paramount tenía una condición especial: un nuevo actor para liderar la franquicia.
Misión: Imposible - Protocolo fantasma fue creado como una especie de reinicio de la saga. El actor que tomaría las riendas era Jeremy Renner, quien había sido nominado al Óscar por su trabajo en Vivir al límite (2008). La película fue un éxito en taquilla, recaudando 700 millones de dólares, con un presupuesto de 145 millones.
El "problema" para Paramount fue que lo que más le gustó a la gente y a la crítica especializada fueron las escenas de Tom Cruise, destacando el momento en el que se cuelga del edificio más alto del mundo, el Burj Khalifa. Después de eso, la historia la sabemos todos: vamos en la séptima película, mientras ya se trabaja en la octava, considerando a Tom Cruise como uno de los grandes actores de acción de las últimas décadas.
Misión: Imposible - Protocolo fantasma se puede ver por internet en Disney+, Claro Video y Paramount+.
Ver 0 comentarios