Ocho enormes proyectores, 30 bocinas con sistema de audio 5.1 y 400 paneles físicos es la infraestructura básica que hacen posible las proyecciones en el Domodigital del Papalote Museo del Niño, que si alguna vez has visitado, seguramente has quedado anonadado por la calidad visual y auditiva.
Pero si lo visitaste antes de septiembre del 2017, quizás sea momento de que te des otra vuelta a alguna proyección.
Resulta que el Domodigital funcionaba con nueve proyectores de lámpara, tecnología que funciona a partir de descarga de mercurio. No es que se trate de una tecnología rudimentaria, pero sí hacía que los proyectores requirieran un tratamiento, digamos, "especial".
Además de que su mantenimiento era costoso, las refacciones debían importarse desde Europa. Los proyectores debían rotarse entre ellos para aumentar su vida útil, y por si fuera poco, para que pudieran a comenzar a utilizarse, aproximadamente una hora debía transcurrir para que los proyectores alcanzaran su temperatura óptima.
Y entonces, apenas el año pasado, el Domodigital recibió una completa renovación tecnológica.
La tecnología láser
Ocho proyectores con tecnología láser y resolución 1920 x 1200 llegaron a reemplazar a los nueve anteriores. Cada equipo, con un peso aproximado de 30 kilogramos, funciona a partir de tecnología DLP, lo que les hace ser más luminosos, gastar menos energía y funcionar durante más tiempo.
Su relación de contraste es de 20:000 a 1, con negros profundos y colores brillantes; su avanzado (y complejo) mecanismo de acoplamiento les permite proyectar sin desfase alguno un campo de visión de 360 grados en el Domodigital, ubicándose seis en la parte inferior y dos en el cenit.
Y sí, para fortuna de quienes trabajan en el Domodigital, estos proyectores sí pueden utilizarse a pocos minutos de haberse encendido.
El acoplamiento de las imágenes es todo un reto, complejo por la técnica que se requiere, pero que parece ya casi minúsculo para los 7 ingenieros se encargan en el Domo, quienes se encargan tanto de la reproducción, como del mantenimiento y la calibración.
Los ingenieros le conocen como blending a esta meticulosa fusión de los fragmentos de imagen que proyecta cada equipo. Para lograrle, se debe proyectarse una retícula a lo largo y ancho del Domo, cuyo diámetro alcanza los 23 metros y cuenta con una altura máxima de 13 metros.
Para evitar cualquier desfase, el Domodigital funciona con ocho servidores basados en disco duro que reproducen, a través de una computadora, los fragmentos del video en formato polar previamente segmentado.
En cuanto a la calibración, esta se realiza con ayuda de software, de manera que las variaciones que se realizan a la reproducción de color, se efectúan rápidamente.
Jorge Hernández, Gerente del Domodigital, nos cuenta que pasarán 3 años y medio para que la fuente de iluminación necesite ser reemplazada, un incremento de vida abismal si se le compara con los anteriores proyectos que necesitaban reemplazo de la fuente en un plazo de 6 a 9 meses.
Además, los proyectores tienen una operación asegurada de 20 mil horas. La vida útil de sus predecesores era de 16 mil.
En suma, toda esta avanzada maquinaria permite que el Domodigital esté capacitado para facilitar 14 funciones diarias.
La tecnología implementada por los proyectores Panasonic es también utilizada en parques temáticos de Disney, inauguraciones de juegos olímpicos, entre otros.
El Domodigital Citibanamex proyecta películas educativas, opera para funciones privadas y hasta como recinto para festivales audiovisuales. Recibe entre 1,500 y 2,000 personas entre semana, y entre 2,000 y 3,000 asistentes los fines de semana.
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