Tinder; explicando la red social para encontrar pareja

El paradigma social ha sido transformado notablemente en los últimos años gracias a internet, pero sobre todo, a las redes sociales. Estas páginas cuyo surgimiento fue durante la época de la "Web 2.0", tuvieron como objetivo el crear una comunidad entre personas a base de una primicia específica, y desde entonces han recorrido un camino tan largo que al día de hoy han acaparado la comunicación y transformado varios aspectos de la sociedad.

Una de las mayores razones que ha ayudado a que lo anterior suceda, es sin duda la especialización que existen actualmente, ya que donde antes sólo había un Hi5 o un MySpace, hoy existe un Twitter para el microblogging, un Instagram para las fotografías, un Facebook para la interacción social, y por supuesto, un Tinder para la búsqueda de pareja.

El amor en los tiempos de apps

Tinder resultó una respuesta obvia ante el comportamiento que se fue asumiendo en la web, ya que las personas que se conocían y se relacionaban emocionalmente a través de las redes iba aumentando día con día, por lo que una aplicación que cumpliera con ese cometido era más que necesario. Claro, eso no quiere decir que Tinder haya sido pionera en el área, pero supo implementarse y adaptarse a la época actual.

La premisa de Tinder es bastante simple y se divide en tres estados.

Anteriormente (y aún hoy en día) había varias páginas que buscaban emparejar a las personas, pero el procedimiento era tedioso y su manera de realizar la "unión" dejaba mucho que desear; su peor error fue quedarse en ese estado cuando los smartphones ya eran un dispositivo tan común como las computadoras.

Uno de los principales atractivos de esta red, además de estar en las plataformas móviles más importantes, es el haber añadido la simpleza a esta tarea; el principio tan básico para juntar a las personas y la protección para que no cualquiera pueda ponerse en contacto con los otros usuarios son clave para el éxito de la app.

El atractivo de Tinder

La premisa de Tinder es bastante simple y se divide en tres estados, cada uno de ellos con sus respectivos extras.

El primero es el del registro, donde lo único que hay que hacer es ingresar a nuestra cuenta de Facebook para de ahí tomar los datos básicos (nombre, edad y foto); ya después podremos agregar la típica descripción donde también seleccionaremos las fotos a mostrar en nuestro perfil. Aunado a esto, se puede vincular nuestra cuenta de Instagram para tener más imágenes de nosotros o nuestra vida.

Los usuarios se han sentido más atraídos a los gestos debido a su facilidad.

Posteriormente tendremos la posibilidad de comenzar a ver los perfiles de otras personas (uno por uno) que estén en un radio de 2 a 161km., con edad de 18 a más de 55 años (ambos rangos configurables dentro de las opciones), además de que se nos mostrarán los contactos y los "Me gusta" a páginas que los dos tengan en común. Una vez empecemos a utilizar la app, es donde la simpleza juega su papel más importante: si alguien nos llama la atención, deslizamos a la derecha, si no, a la izquierda (sin que se dé aviso a la otra persona); si bien la interfaz incluye un corazón y una X para realizar estas acciones, los usuarios se han sentido más atraídos a los gestos debido a su facilidad.

Después es donde nos encontramos con el famoso Match; cuando a una persona que nos gusta también le hemos gustado, se habilita una pestaña de chat en la cual podremos comunicarnos mediante texto, emojis, gifs, etc. para entablar la plática y posiblemente concretar una cita. Claro, las probabilidades de que esto suceda varían bastante debido a la cantidad de usuarios que haya en la zona; entre más usuarios, menos probabilidades de hacer match. Difícil, pero no imposible.

Para ayudarnos un poco en esta parte, hace un par de meses Tinder agregó una nueva opción llamada "Super Like", la cual manda una notificación a la persona para hacerle saber que le has gustado y decidir directamente si también le gustas o no.

También en caso de que hayamos hecho match con alguien y queramos dejar de tener contacto con esa persona, siempre podemos deshacerlo y la ventana de chat dejará de estar disponible, así la otra persona no podrá hablarnos de nuevo.

La forma de negocio

Hasta aquí, cada una de las funciones es fácil de comprender, sin embargo, todo lo bueno tiene un fin. Además de la publicidad que se ve en la app, cada función tiene un límite: los likes no son infinitos, pueden parecerlo debido a que el límite es algo considerable, pero no es así; del "super like" sólo se tiene uno cada 12 horas, y en cuanto a la distancia de búsqueda, se puede modificar y buscar en cualquier parte del mundo, pero todo esto viene con un precio.

El plan por un mes es de 135 pesos mensuales, el cual da derecho a likes y "super likes" ilimitados, posibilidad de cambiar la ubicación de búsqueda, nada de anuncios, y el poder de deshacer el último "swipe", en caso de que nos hayamos equivocado. Además de este, hay otros dos planes: uno por 6 meses y uno por 1 año, el primero por 103 pesos al mes y el último por 73.

Encuentro casual o relación duradera

Si bien la premisa de Tinder es la de encontrar una pareja para formar una relación, el sistema se presta para diferentes casos, ya sea encuentros casuales, relaciones estables, no pasar del chat o hasta descubrir al potencial amor de tu vida.

Para aclarar mejor este punto, se requiere un poco de opinión de aquellos que hayan usado la red, y tenemos dos polos encontrados que abarcan a grandes rasgos lo que uno pude esperar al usar este servicio.

"Fue muy fácil de usar, yo quería conocer gente, en concreto chicas que buscaran conocer chicas, cargué unas cuantas fotos, alguien le dio like a mi foto, y yo le di like a la de ella. Empezamos a hablar a través del chat de la app, pero como era bastante lento, intercambiamos números y nos fuimos a Whatsapp; ahora ya vamos para dos años de relación." Anónima

"Yo en Tinder no busco pareja, me ha funcionado para encontrar amigas/os con derechos y algún encuentro casual. Me han tocado diferentes experiencias, desde el chavo desesperado, el infiel, el que pide fotos, el que no logra interesarme, la que busca una nueva experiencia junto con su novio, la que sólo busca amistad, la que te deja de hablar cuando tardas en contestar, etc. La parte divertida es cuando concretas citas (en lugares públicos); platicas un rato, sientes la química y ahí se define si aceptas o propones el 'vamos a mi casa'." Lorena, 23 años

Junto con lo anterior, tampoco falta el usuario que sólo busca gastar bromas o hacer algún tipo de "experimento" para subirlo a YouTube. Uniendo todo lo anterior, podemos darnos una idea clara del ecosistema bajo el que se encuentra la plataforma, pudiendo variar tanto como en la vida real.

El modelo Tinder adaptado

Como punto interesante, la sencillez de Tinder ha resultado tan fácil y atractiva que se ha llevado a varias áreas donde no tiene nada que ver la búsqueda de pareja, ya que muchas startups e iniciativas crean una app con un modelo similar al de esta.

Su función se ha adaptado a aplicaciones para reclutamiento, crear equipos, buscar trabajo, música e incluso política, lo cual no hace más que resaltar el porqué del éxito de esta aplicación, pero dejando en claro que sus creadores no tienen problemas con la adopción de su sistema.

A sólo un swipe de distancia

Con todo esto, podemos tener una idea clara y precisa de este servicio que se encuentra tan en boga, permitiendo entender otra de las cosas que tanto se menciona dentro y fuera de internet.

Más información | Tinder

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