En un hecho sin precedentes, un libro bomba fue recibido en la noche del miércoles en el Senado por la senadora de Morena Citlalli Hernández, y al abrirlo, estalló provocando una llamarada sobre el rostro de la funcionaria. Los protocolos se activaron: un dispositivo de seguridad se puso en movimiento, la senadora fue primero atendida en el Senado y luego transportada a un hospital.
La Fiscalía General de la República también fue alertada, y el fiscal Alejandro Gertz Manero abrió una investigación, por lo que peritos llegaron al Senado para comenzar las investigaciones correspondientes. No tuvo que pasar mucho tiempo para que la senadora Hernández comunicara a través de su Twitter que lo que originalmente se habían reportado como quemaduras leves, no había pasado a mayores.
Los libros bomba
Hay pocos antecedentes de libros bomba en México, pero en definitiva no son artefactos explosivos nuevos. Del uso de libros para almacenar pequeñas bombas se tiene registro desde hace casi 40 años, cuando en 1980 un artefacto similar fue utilizado para herir al presidente de la aerolínea United Airlines.
Apenas en 2018 en España las alertas se encendieron luego de que se detectara la posibilidad de un libro bomba en una libreria de Badajoz. La Policia Nacional acudió y encontró un libro alterado con un mecanismo dentro, pero que no tenía capacidad detonante alguna.
Ya en México, aunque existen gran cantidad de precedentes en artefactos explosivos, la información escasea cuando se trata de libros. A lo mucho, se pueden encontrar algunos blogs que amenazan saber cómo fabricarlos. Con fecha a 2015 hay un blog que amenaza de haber colocado un libro bomba en instalaciones de la Universidad del Valle de México en su campus de Coacalco en Estado de México. La existencia del libro bomba jamás fue confirmada.
En un libro bomba esencialmente se corta un rectángulo al interior, donde se almacena el dispositivo, de manera que a los costados pueden verse las páginas como si fuera un libro común. El dispositivo se activa en cuando la tapa es levantada.
Contrario a lo que se podría pensar, los libros bomba pueden hacerse como artefactos explosivos caseros. El mismo senador Ricardo Monreal, dijo por la noche que el libro tiene todo el aspecto de haberse hecho de forma casera.
Los otros artefactos explosivos
Esta misma semana un artefacto explosivo casero estalló en Cinemex Aragon en Ciudad de México e hirió a un empleado de limpieza. Apenas en febrero pasado se desactivó un dispositivo similar en la 'Plaza Comercial Mundo E' en Ciudad de México, y a finales de 2018 se encontró un presunto explosivo más en un Walmart de Ecatepec.
En diciembre de 2018 la Secretaría de Marina, Ejército y Policia Federal acudió a desactivar una bomba casera en una camioneta de Plaza 'Fun Center' en Campeche, justo a un costado del Aeropuerto Internacional de Ciudad del Carmen. En Guadalajara también en septiembre explotó un dispositivo en el Consulado de Estados Unidos.
En cualquiera de los casos no hay registro del uso de un libro bomba, como el que sí en el Senado. De momento peritos ya están realizando las investigaciones correspondientes en el Senado de la república para identificar la procedencia del artefacto. Los senadores de Morena han reiterado el llamado a no especular hasta se tenga algún resultado de la investigación.
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