Estados Unidos acaba de encontrar un aliado improbable: Gran Bretaña está seguro de que China "hackeó" sus sistemas

China ha despertado a un viejo enemigo, pues se ha dado a conocer que Reino Unido aplicará sanciones económicas y prohibición de viajes contra dos individuos y una empresa vinculados a ataques cibernéticos contra el parlamento británico.

Como era de esperarse, Estados Unidos no desaprovechó la oportunidad para sumarse a las sanciones contra Wuhan Xiaoruizhi Science and Technology Company Limited, compañía acusada del ataque.

Según información citada por South China Morning, China habría comprometido los sistemas electorales del Reino Unido entre 2021 y 2022. Se afirma que el ataque perpetrado contra el parlamento británico logró sustraer información de millones de votantes de aquel país, incluyendo detalles como nombres, direcciones, datos de registro electoral y otro tipo de datos de contacto.

Convicción británica

Sin embargo, el Secretario de Estado Interior británico, encargado de liderar el organismo enfocado en la supervisión de temas de seguridad nacional, James Cleverly, descarta que aquel ataque haya tenido incidencia en los procesos de elección de Reino Unido y asegura el blindaje para el próximo proceso electoral:

"Los intentos de espionaje de China no les dieron los resultados que querían y nuestra nueva Ley de Seguridad Nacional ha hecho del Reino Unido un objetivo aún más difícil. Nuestras próximas elecciones, a nivel local y nacional, son sólidas y seguras".

En cuanto a los ataques a Estados Unidos, el Departamento del Tesoro asegura que se obtuvo acceso no autorizado al personal de la Base Industrial de Defensa. Entre ellos, un contratista que se encargaba de desarrollar simuladores de vuelo para el ejército estadounidense, un contratista aeroespacial y otros miembros de la defensa nacional.

En cuanto a Wuhan Xiaoruizhi Science and Technology Company Limited, la teoría de Estados Unidos es que se trata de "una fachada" del Ministerio de Seguridad del Estado Chino. Además, se relaciona a esa empresa como matriz de APT31, la cual funcionaría de la misma manera y sería responsable de los ataques.

Mientras tanto, el parlamento británico citó al embajador chino a la Oficina de Relaciones Exteriores para discutir el asunto. Por su parte, el Viceprimer Ministro, Oliver Dowden, dijo que su país "no acepta que la relación de China con el Reino Unido esté establecida bajo curso predeterminado, esto depende de las elecciones que China haga".

Una relación históricamente tensa

Históricamente, China y Reino Unido han tenido una relación tensa. Desde las Guerras del Opio entre ambas naciones, conflicto que perdió China y que le valió sanciones desiguales, así como "humillación nacional", estos dos países se han tratado con pinzas. Como breve resumen, Gran Bretaña vendía opio dentro de China, con la intención de obtener bienes como seda, té o porcelana.

Sin embargo, en algún momento el gobierno chino consideró que el consumo de opio estaba saliéndose de las manos y que provocaba graves problemas tanto sociales como de salud en el interior de China. Cuando las autoridades chinas intentaron detener el comercio de opio con Reino Unido, este país respondió con operaciones militares, dando lugar a la Guerra del Opio.

Esto de ninguna manera trata de justificar al gobierno chino por el espionaje cibernético y presunto intento de intervención en elecciones de otros países, pero es una buena manera de comprender cómo han evolucionado las relaciones entre el gigante chino y la potencia británica desde hace casi dos siglos. China fue, por mucho tiempo, una mina de oro para Gran Bretaña.