Un escándalo sacude al gigante tecnológico Google. Un exingeniero de la empresa fue detenido por el FBI por robar más de 500 archivos confidenciales sobre inteligencia artificial (IA) y usarlos para favorecer a competidores chinos.
El acusado es Linwei Ding, un ciudadano chino de 38 años que trabajó en Google desde 2019 hasta 2023. Según la fiscalía estadounidense, Ding subió los archivos robados a sus cuentas personales de almacenamiento en la nube, burlando las medidas de seguridad de Google. Los archivos contenían información clave sobre la infraestructura de IA de Google, que es una de las más avanzadas del mundo.
Cómo un exingeniero de Google robó secretos de IA y los vendió a China
En resumidas cuentas, la historia es así. Linwei Ding fue arrestado en California y enfrenta cuatro cargos de robo de secretos comerciales. Cada cargo puede acarrear una pena de hasta 10 años de cárcel y una multa de hasta 250,000 dólares (alrededor de 4,216,122 pesos). Google ha expresado su indignación por el caso y ha agradecido al FBI su colaboración.
Según el archivo de la corte, gran parte de los datos robados giran en torno a los chips de la unidad de procesamiento tensorial (TPU) de Google. Los chips TPU de Google impulsan muchas de sus cargas de trabajo de IA y, junto con las GPU de Nvidia, pueden entrenar y ejecutar modelos de IA como Gemini.
Además, se robaron archivos sobre las especificaciones de hardware y software para las GPU y diseños para las cargas de trabajo de aprendizaje automático de Google en los centros de datos.
Estados Unidos teme que China robe secretos comerciales que impidan su innovación
El robo de secretos de IA es un tema sensible entre Estados Unidos y China, que compiten por el liderazgo en este campo. El año pasado, el gobierno de Biden prohibió la exportación de chips de IA de alta gama a China, para impedir que el país asiático los use con fines militares.
El director del FBI, Christopher Wray, declaró que este caso es un ejemplo más de la amenaza que supone China para la innovación estadounidense.
La investigación reveló detalles sorprendentes sobre el modus operandi de Ding. El exingeniero copiaba los archivos de Google en Apple Notes y luego los convertía en PDF para subirlos a su cuenta de Google.
Además, prestaba su insignia de Google a otro empleado para fingir que estaba en las oficinas de California, cuando en realidad estaba en China trabajando para empresas rivales. Ding incluso llegó a ser director de tecnología de una de esas empresas además de fundador y director ejecutivo de otra.
Este no es el primer caso de espionaje industrial de ciudadanos chinos en Estados Unidos. En los últimos años, tres ex empleados de Apple fueron acusados de robar secretos comerciales relacionados con el Apple Car, un proyecto que fue cancelado por la compañía. Uno de ellos fue condenado a seis meses de prisión y a pagar casi 150,000 dólares en multas.