En un giro que parece contradecir sus propias advertencias, Eric Schmidt, ex director ejecutivo de Google, ha sido noticia por sus inversiones en la industria de inteligencia artificial (IA) de China, a pesar de haber señalado anteriormente los esfuerzos del país como una amenaza estratégica para Estados Unidos.
Tech Transparency Project, una entidad sin ánimo de lucro, reveló que en 2019, la fundación privada de Schmidt invirtió 17,000,000 de dólares en Gaoling Feeder, un fondo que apoya a Hillhouse Capital, un consorcio de inversión privada chino con varias empresas de IA en su cartera.
La doble cara de la inversión en inteligencia artificial: estrategia y advertencia
Como presidente de la Comisión de Seguridad Nacional sobre Inteligencia Artificial (NSCAI), Schmidt expresó su preocupación en un informe provisional, argumentando que el avance de la IA está intrínsecamente ligado a la competencia estratégica con China y a los cambios en el panorama geopolítico.
Junto con Robert Work, vicepresidente del NSCAI, Schmidt advirtió que el liderazgo de Estados Unidos en innovación estaba en riesgo y que la IA podría ser utilizada para amenazar a los ciudadanos estadounidenses, sus aliados y sus valores.
Además, Schmidt y Work criticaron a China por emplear la IA para fomentar una agenda autocrática y cometer violaciones de derechos humanos, sugiriendo que otros regímenes autoritarios podrían seguir su ejemplo, lo que dificultaría su "contrarrestación".
Dr. Eric Schmidt, presidente del NSCAI, cofundador de Schmidt Futures y expresidente y consejero delegado de Google, CSIS
La IA como una herramienta de represión y vigilancia
El informe destaca las reuniones estratégicas entre Eric Schmidt y figuras clave de la inteligencia artificial en China, resaltando un encuentro con un inversor que más tarde enfrentaría acusaciones por parte de autoridades estadounidenses por respaldar empresas de IA involucradas en violaciones a los derechos humanos y operaciones militares de China.
En un llamado de atención en 2021, Schmidt y su colega Work enfatizaron en una comunicación de la NSCAI la preocupante tendencia de China al utilizar la IA "internamente", marcando un precedente inquietante para los defensores de la libertad individual y denunciando su implementación como "instrumento de opresión y control".
Estados Unidos le pagó 1,800 millones de dólares a Elon Musk para que construya una red de satélites espía, según Reuters
A pesar de estas advertencias, se sabe que Schmidt ha invertido en empresas chinas de IA. Bloomberg informó que la Schmidt Family Foundation había invertido en Tencent Holdings y Alibaba Group, ambas compañías que han lanzado modelos de IA. Un portavoz de Schmidt declaró que ni él ni su fundación estuvieron involucrados directamente en las decisiones de inversión, las cuales "fueron tomadas por un administrador externo".
Este caso pone de relieve la complejidad de las inversiones en tecnología y la necesidad de un debate más amplio sobre la ética y las implicaciones estratégicas de la IA en el escenario mundial. Más cuando este no es el primer caso de un ejecutivo de una compañía en Estados Unidos apostando por el mercado de China.
