Las empresas chinas están tan desesperadas que están sacando los chips de GPU de Nvidia y poniéndolos en nuevas placas para entrenar sus IA

La guerra comercial entre China y Estados Unidos lleva varios meses en una etapa complicada, pues el gigante asiático ha sufrido los estragos de los castigos estadounidenses, principalmente en lo referente a Unidades de Procesamiento Gráfico, conocidas como GPU. Nvidia es la principal compañía de estos productos, pues su hardware es bastante codiciado, no solo en el mercado gamer ni en el de criptominería, también lo son en cuestiones de inteligencia artificial.

Esto ha orillado a que Nvidia busque saltarse las restricciones y comercialice una versión más lenta de su GPU más poderosa actualmente, la RTX 4090 D. Sin embargo, en esta ocasión la historia nos lleva a fábricas que están desmantelando tarjetas gráficas para quedarse con los chips e impulsar el desarrollo de inteligencias artificiales en China.

La relevancia de las GPUs

Antes de adentrarnos en cómo es que algunas fábricas chinas están desmantelando tarjetas gráficas, es importante entrar en detalle sobre por qué son importantes en el desarrollo de inteligencias artificiales.

Aunque en un principio fueron pensadas con el fin de procesar gráficos computacionales, debido a su capacidad de realizar cálculos matriciales. Es justo esa capacidad de procesar información a través de matrices las que las vuelve perfectas para el desarrollo de software de IA, pues permiten realizar múltiples operaciones, ideales cuando se pretende hacer computación en paralelo. Además, cuentan con memoria de alta velocidad, lo que les permite un rápido acceso a grandes cantidades de datos.

Esto también provocó que algunas de las bibliotecas de programación más populares dentro del mundo del aprendizaje automático, como TensorFlow o Pytorch, construyan sus funciones para aprovechar el potencial de las GPU. Todo lo anterior se suma para que estas unidades tienen la potencia necesaria para entrenar modelos robustos y complejos, como los de los Large Language Models que se utilizan en aplicaciones y herramientas como ChatGPT o Grok.

Una crisis dentro de China

Es por ello que compañías chinas están desmantelando GPUs para darles un nuevo uso a sus chips. Se habla de que miles de unidades de Nvidia son manipuladas para extraer las piezas que les interesan, y así seguir desarrollando modelos de IA.

Según la información recopilada por Financial Times, solo durante diciembre del año pasado, una de estas supuestas fábricas desmanteló más de 4,000 unidades de Nvidia. Los compradores de tales chips manipulados serían empresas ligadas al gobierno chino hasta pequeños laboratorios de inteligencia artificial.

Charlie Chai, un conocido analista que forma parte de 86Research, argumenta que este es un síntoma de la desesperación china por conseguir productos suficientemente potentes como para impulsar su avance en  IA.

"Se trata de un movimiento desesperado por parte de las compañías de China bajo los controles de exportación. Es como utilizar un cuchillo de cocina para crear arte, es posible, pero el efecto será menos que óptimo".

China quiere mantenerse a la vanguardia

Ya ha quedado demostrado con anterioridad que las prohibiciones estadounidenses han tenido efecto del otro lado del Océano Pacífico. Una de las principales afectadas sería Huawei, que forma parte de las fabricantes tecnológicas de China más importantes. Aunque, por su parte, China ha comenzado a impulsar statups de su nación para el desarrollo de chips.

Esto también se ha visto publicado en foros como Baidu, muy populares dentro de China. En uno de sus post puede apreciarse cómo alguien que trabaja dentro de una de estas fábricas o que tuvo acceso al material dentro de ellas, comparte imágenes de una gran pila de cajas de Nvidia RTX 4090. Las imágenes son claras, mostrando que dentro de las cajas se encuentra, en efecto, el preciado producto.

La compra de todas ellas seguramente inició antes de las prohibiciones de Estados Unidos y de que Nvidia liberara al mercado chino el modelo RTX 4090 D, uno que cumple con las reglas de importación al país asiático pero que es cinco por ciento más lenta que la original. De lo único que podemos estar seguros es de que en China hay una crisis por encontrar el material necesario para seguir desarrollando sus modelos de inteligencia artificial, después de todo, quieren estar a la vanguardia, tal como lo han hecho con su programa espacial.