La llegada de la inteligencia artificial ha traído tanta euforia como preocupaciones entre los profesionales de muchas áreas. Por ejemplo, los actores y guionistas de Hollywood han peleado fuerte para evitar ser sustituidos.
El sindicato SAG-AFTRA anunció un acuerdo con la empresa de IA, Narrativ, que por fin permite decidir a los actores sobre la clonación de sus voces y también les permite decidir en qué proyectos se usará y cobrar por ello.
“Consentimiento informado y compensación justa, eso es Inteligencia Artificial de la forma correcta”. Esa es la frase que utilizó Duncan Cabtree-Ireland, director ejecutivo nacional y jefe negociador del sindicato de actores de Hollywood, para presentar un acuerdo alcanzado con Narrativ, un banco de talentos en línea.
De acuerdo con la negociación de SAG-AFTRA, los profesionales podrán conceder licencias para que su voz sea replicada digitalmente por la empresa. También se les pedirá autorización por cada proyecto en el que pueda ser utilizada y los intérpretes recibirán un pago negociable, que deberá partir de los tabuladores mínimos, establecidos por el sindicato.
Narrativ es un market place de voces digitales disponibles para ser utilizadas legalmente por marcas y agencias para crear anuncios publicitarios.
Cabtree-Ireland destacó que “no todos los miembros estarán interesados” en conceder licencias para replicar su voz digitalmente, pero aseguró que es una “opción segura” para quienes sí quieren explorar esa posibilidad.
¿El principio de un camino ético para la inteligencia artificial?
Hasta ahora, las tecnológicas han logrado que sus modelos de IA sean capaces de generar textos, imágenes, música, narraciones y más, pero explotando el talento humano de forma opaca, sin pedir autorización o pagar por ello a los autores.
Numerosas productoras han intentado que los interpretes firmen contratos en los que renuncian a cualquier derecho o pago futuro por el uso de su voz e imagen clonada. En el mejor de los casos ofrecen un pago único que, igualmente, les quitaría oportunidades de trabajo en adelante.
Por eso, las alertas han sonado muy fuerte entre el sector creativo, que más que una herramienta, han encontrado que la IA avanza como un posible sustituto, mucho más barato, de su trabajo. El ejemplo más visible fue la huelga del año pasado en Hollywood, la más potente en seis décadas.
Actualmente, los artistas del sector de los videojuegos mantienen su propia huelga en Estados Unidos por estas mismas causas.
La IA avanza entre fallos, aciertos… y movidas chuecas
Algunos proyectos de voces sintéticas se han logrado con éxito en Estados Unidos, como el de ElevenLabs que logró autorización para replicar voces de leyendas de Hollywood como James Dean o Burt Reynolds.
Hemos sabido de casos famosos como el de Scarlett Johanson, quien estuvo a punto de demandar a OpenAI por clonar ilegalmente su voz, a pesar de que la actriz rechazó ser parte del proyecto de la tecnológica.
Otros han sido experimentos fallidos, como el de Amazon Prime, que tuvo que retroceder en Latinoamérica con el lanzamiento de series coreanas que incluían doblaje al español, supuestamente hecho con Inteligencia Artificial. La reacción de rechazo de los seguidores de K-dramas no se hizo esperar. La plataforma de streaming nunca confirmó o negó oficialmente que se tratara de voces sintéticas - ni de dónde las replicó -.
El director de SAG-AFTRA ha declarado en varias ocasiones que:
“El sindicato no busca una prohibición total de la IA, sino que las empresas consulten con él y obtengan su aprobación antes de contratar a un intérprete artificial en lugar de un actor”.
Al igual que en Estados Unidos, numerosas asociaciones de artistas de voz se han movilizado alrededor del mundo para pedir una regulación del uso de inteligencia artificial que proteja su trabajo y garantice una remuneración justa por él.
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