ChatGPT le puede hacer un ensayo a un alumno en segundos: no queda de otra más que repensar la educación en tiempos de IA

La buena noticia para los alumnos - y sus padres - es que la llegada de la Inteligencia Artificial podría representar el fin de la tarea en las escuelas. La mala es que el camino no será tan fácil como seguramente lo están imaginando. El reto lo tienen principalmente los profesores, quienes ya se hunden en debates sobre cómo educar a las nuevas generaciones, ahora que las IAs como ChatGPT pueden generar cualquier tipo de investigación o ensayo para sus alumnos con solo unos pocas instrucciones de texto, o prompts.

Existe gran expectativa sobre el tiempo y el esfuerzo que la Inteligencia Artificial puede ahorrarnos para realizar tareas tediosas como la generación de bases de datos o la recopilación y categorización de información. Pero cuando se trata de educación, las preocupaciones apuntan a un posible impacto negativo en el desarrollo de la "inteligencia natural" de los estudiantes.

Expertos en educación consideran que los niños y jóvenes podrían dejar de desarrollar habilidades como el pensamiento crítico y la capacidad de análisis, si comienzan a apoyarse en la IA como principal herramienta educativa, de acuerdo con un artículo publicado por Tech Business News.

La lista negra de habilidades y valores que preocupa a los expertos

El artículo australiano enumera importantes habilidades específicas que los alumnos dejarían de desarrollar paulatinamente como la memoria, la creatividad y el pensamiento crítico, que permite la capacidad de resolución de problemas.

Además, también se prevén impactos sobre la formación de la personalidad y la conducta, favoreciendo la pereza y la deshonestidad académica. A nivel socioeconómico, también se prevé una mayor desigualdad entre estudiantes que cuentan con la posibilidad de acceder a la IA y aquellos que no.

El debate en estos temas se ha vuelto acalorado. Y para discutirlo con base en datos, el texto también publica los resultados de una encuesta en la que se consultó a 1,000 estudiantes universitarios y graduados sobre sus hábitos y opiniones alrededor de la IA.

El 51% consideró que usar herramientas como ChatGPT en las tareas y exámenes es hacer trampa, 20% estuvo en desacuerdo y el resto permaneció neutral. Sin embargo, el 43% admitió que ha usado IA y de ellos la mitad confesaron que no solo fue para investigar, sino para resolver las tareas y exámenes.

Ante un problema, una solución: Los maestros se ponen creativos

¿Por qué prohibir el uso de IA, cuando podemos integrarla? Esa es la postura que muchos docentes comienzan a difundir, según entrevistas realizadas por el medio estadounidense The Denver Post.

Cambiar el formato de los trabajos es una primera acción. En vez de pedir un ensayo tradicional, algunos profesores creen que el pensamiento crítico se puede ejercitar a partir del refinamiento en el uso de prompts. El ejercicio consistiría, por ejemplo, en el desarrollo de un cuento generado por IA al que se buscaría dar un enfoque más inclusivo en un primer intento, otro con un giro cultural, uno más con un toque optimista y así sucesivamente, ejercitando también la creatividad y el criterio.

Estos profesores también buscarían reforzar la importancia de discriminar y citar fuentes de forma adecuada en los ensayos, como una forma de fomentar el análisis de información. Otra opción: volver al mundo análogo. También se propone reducir considerablemente el número de tareas en casa y optar por mesas de discusión en los salones de clase, donde los alumnos aprendan a estructurar y expresar sus propias ideas a partir de la información que obtengan de los chatbots.

Olvidar la tradición y revolucionar los sistemas educativos

La mayoría de nosotros padecimos los sistemas educativos actuales: alejados del razonamiento y apoyados solo en la aburrida memorización, que se evalúa en exámenes escritos.

Los educadores más revolucionarios, como los de la Universidad del Sur de Australia, proponen desechar por completo esta forma de enseñanza e implementar métodos como el Diseño de Pensamiento o Design Thinking.

Aunque es una novedosa metodología muy amplia, podemos decirte brevemente que se trata de un proceso orientado a la generación activa de soluciones por medio de cinco pasos: Empatía, Definición, Ideación, Prototipado y Validación.

Cada idea es evaluada por el "usuario" al que está destinada y según su retroalimentación, se puede volver a cualquier parte del proceso para enriquecerlo, hasta lograr un resultado óptimo.  El aprendizaje se logra a través de la experimentación de cada una de las posibles soluciones.

Esta vez la tarea no es solo asunto de los maestros

Por supuesto, lograr un cambio de este tamaño en la educación no dependerá únicamente de los profesores en los salones de clase. Los gobiernos y sus departamentos de educación tendrán que sentarse a desarrollar planes educativos que puedan integrar estas tecnologías y las nuevas habilidades digitales.

También será necesario acelerar las oportunidades tecnológicas para comunidades y poblaciones que, en pleno siglo XXI, aún tienen dificultades de acceso a servicios básicos como electricidad, y por supuesto a la posibilidad de usar internet.

Por último, el reto para los padres. Más que nunca tendrán que estar abiertos a la experimentación y el aprendizaje activo en nuevas formas, para acompañar a sus hijos en un método que avanzará desde cero en un largo proceso de prueba y error.  ¿Listo para aprender de estas tareas con tus hijos?

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