Corea del Sur está planeando utilizar un programa piloto que combinará inteligencia artificial, reconocimiento facial y miles de cámaras de seguridad para rastrear el movimiento de las personas infectadas con COVID-19. El proyecto se aplicará por primera vez en Bucheon, una de las ciudades más pobladas del país en las afueras de Seúl y entrará en funcionamiento a principios de 2022.
El sistema utiliza más de 10,800 cámaras de circuito cerrado de televisión con la intención de rastrear los movimientos de las personas infectadas, de aquellos con los que ha tenido contacto cercano y si llevaban una mascarilla al momento de ser observados.
Según un funcionario citado por Reuters, este sistema servirá para quitar tensión sobre los equipos de rastreo que ya tienen un exceso de trabajo en la ciudad que tiene una población de más de 800,000 personas.
Una mejora en los programas de seguimiento
Aunque Corea del Sur ya tienen un sistema de rastreo de contactos que recopila información de tarjetas de crédito, ubicación de smartphones, secuencias de CCTV y más información personal, una gran cantidad de los trabajos se deben realizar de forma manual analizando los metrajes, por lo que el uso de nuevas tecnologías de reconocimiento permitirá hacer este procedimiento "casi al instante".
Este sistema también fue diseñado con la intención de realizar un rastreo que no dependa de los testimonios de los pacientes con COVID-19, pues no siempre son sinceros sobre sus actividades y paraderos, según menciona el medio.
El nuevo proyecto permitirá rastrear simultáneamente hasta 10 personas en un rango de tiempo de entre cinco y 10 minutos, reduciendo los tiempos dedicados al trabajo manual que toma entre media y una hora para hacer el mismo seguimiento.
El problema de la privacidad e invasión
Hasta ahora el programa tiene dos posturas claras, los que consideran que este tipo de sistemas son eficientes y los defensores de derechos humanos y legisladores que han expresado su preocupación de que el gobierno retenga y aproveche los datos para más que las necesidades de la pandemia.
A pesar de esto el funcionario entrevistado por el medio señaló que no hay preocupaciones de privacidad, pues pues el sistema se enfoca solamente a pacientes confirmados, que deben dar su consentimiento para que se use el rastreo de reconocimiento facial de acuerdo a la Ley de Prevención y Control de Enfermedades Infecciosas.
Incluso si no dan su autorización, el programa todavía puede rastrearlos utilizando su silueta y ropa, aunque en caso de no ser una de las personas explícitamente incluidas en el rastreo se colocará un "mosaico" (un difuminado o pixelado) sobre sus rostros para proteger su privacidad
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