Estamos a la mitad de otra elección presidencial, pero a diferencia de anteriores, ahora un mar de encuestas de todo tipo y de cualquier origen empapa el debate diario entre ciudadanos. Lo anterior acontece aun cuando las encuestas hoy en día están en un bache de credibilidad. De hecho, llevan ya varios años en ese lugar. En la elección presidencial de 2012 muchas fallaron. Luego vinieron los triunfos del Brexit y de Trump no previstos por las encuestas y se volvieron a devaluar como fuente de información confiable.
Aun en ese estado frágil y dada la enorme cantidad de información que recibimos como electores, queda la impresión de que en este proceso electoral ansiamos el resultado de las encuestas (aunque sean “patitos”) porque nos ayuda a resumir el entorno político-electoral o, en su caso, nos alientan, frustran o enojan, según el candidato presidencial que se apoye. ¿Cuáles son los tipos de encuestas que vemos y procesamos casi diario? ¿a cuál hacerle caso?.
En cuestión de encuestas, la elección presidencial del 2012 dejó muchos sinsabores al grado que luego de ella algunos de sus promotores mejor tiraron la toalla. El mejor ejemplo es el conocido periodista Ciro Gómez Leyva cuando trabajaba en canal Milenio y daba a conocer los resultados de su encuesta diaria, mismos que estuvieron muy alejados del resultado oficial. Por su parte, los encuestadores mexicanos entraron en un largo periodo de reflexión y ajuste de sus metodologías.
Para este 2018 parece que las cosas han cambiado e incluso hay reglas emitidas por el Instituto Nacional Electoral (INE) para realizar encuestas. Aun así, las hay “patito” o para ser usadas como propaganda electoral. Al fin y al cabo, sería absurdo prohibir que cualquier persona o empresa realice una encuesta electoral.
Las encuestas con sustento científico arrojan diferentes resultados entre sí por diversos factores, como la forma en que se seleccionó la muestra, la forma de preguntar, la fecha o día en que se levanta, cambio súbito de opinión de población por un hecho de alto impacto o la gente no sale a votar el día de elección por considerar que está definida (casos Brexit y Trump).
Ahora bien, tratando de hacer una clasificación muy subjetiva, superficial y discrecional sobre los tipos de encuestas prevalecientes en este proceso electoral, visualizo dos grandes rasgos; a) tradicionales y b) "modernas".
Encuestas tradicionales; recargadas y buscando redimirse
En este tipo no hay casi nada nuevo a lo conocido, salvo una mayor rigurosidad técnica para definir los elementos que les sustentan, con el fin de apegarlas lo más posible a la realidad preferencial de los electores, que de por sí es complicado.
Sus principales características es que son entrevistas que se hacen cara a cara (encuestador – encuestado) y pueden o no utilizar ciertos artefactos para simular una votación, como ejemplo, usar una boleta muy similar a la oficial y pedirle al encuestado la deposite en una urna para la ocasión.
En lo general la metodología consta de lo siguiente: un tamaño de muestra de 1,000 a 1,300 ciudadanos con credencial para votar distribuidos en todo el país; margen de error que no sobrepasa el ±5%; encuesta aplicada cara a cara; encuestadores capacitados, procesamiento de datos en sistema informático (generalmente SPSS); un diseño muestral definido.
Este tipo de encuestas son caras y si quieren tener una validez oficial en el proceso electoral, deben estar apegadas al Reglamento de Elecciones del INE aprobado el 7 de septiembre de 2016 que define los lineamientos y criterios generales de carácter científico para quienes ordenen, realicen y/o publiquen encuestas por muestreo, encuestas de salida y/o conteos rápidos durante la elección.
Entre las casas encuestadoras más reconocidas en México que aplican encuestas tradicionales están Consulta Mitofsky, Parametría, BGC, GEA/ISA, Buendía & Laredo y Grupo Reforma. Algunas trabajan para partidos y/o candidatos y otras son independientes. Lo cierto es que cumplen con las disposiciones del INE.
Ya el elector elegirá la encuestadora tradicional que mejor se le acomoda, pero a continuación los resultados de la última encuesta de Consulta Mitofsky (mayo 2018), una de las más reconocidas.
Las encuestas “modernas”; buscando ganar credibilidad
Fue a partir de la campaña del expresidente de EE.UU. Barack Obama (2007-2008), cuando las redes sociales demostraron su valía en el ámbito político-electoral. Desde entonces su influencia se ha notado y en el tema de las encuestas no es la excepción.
Para este proceso electoral tanto Twitter como Facebook son herramientas usadas para realizar encuestas, tanto por empresas calificadas como por usuarios.
De todas ellas destaca la encuesta del portal informativo SDP Noticias (Televisa es parcialmente dueño) en colaboración con la iniciativa México Elige, misma que se sustenta en Facebook.
Los elementos de su metodología son los siguientes: mexicanos de 18 años en adelante residentes en México con acceso a Facebook, periodo determinado para el levantamiento, tamaño de muestra de 28,844 mexicanos con acceso a Facebook y nivel de confianza de 95%.
De los elementos anteriores llama la atención los “28,844 mexicanos con acceso al Facebook” pues, a diferencia de las encuestadoras tradicionales, en la encuesta de SDP no hay entrevista cara a cara pero el tamaño de la muestra es mucho mayor. SDP no aclara como elige a esos miles de mexicanos en Facebook y esto genera muchas preguntas, al menos para mí.
Inicio con una muy básica ¿cómo sabe SDP Noticias que los mexicanos que eligió para su muestra son personas realmente vivientes y existentes? Con las herramientas tecnológicas actuales, no es tan difícil filtrar a los bots, pero por transparencia debería explicar SDP cómo le hace. Una pregunta más ¿cómo sabe SDP que a los mexicanos vivientes y existentes que consulta vía Facebook no son una red de simpatizantes disfrazados de algún partido? Muchas más preguntas por responder.
En seguida los resultados de la última encuesta de SDP Noticias realizada del 9 al 12 de mayo.
Otra encuesta que ha generado igual de ruido que la de SDP Noticias es la de Massive Caller. Principalmente le reclaman su metodología, argumentando que incumple con las reglas del INE.
¿Porqué Massive Caller es tan controversial entre los encuestadores y conocedores? Su encuesta es exclusivamente telefónica y las llamadas son hechas por “robots”, lo cual le permite aplicar encuestas rápidamente y obtener resultados en muy poco tiempo, minutos incluso, y a un costo mucho menor.
Por ejemplo, al término del primer debate presidencial, Massive Caller presentó sus resultados sobre quien lo había ganado a los 15-30 minutos de terminado. Las encuestadoras tradicionales tardan días para ello.
Si bien Massive Caller hace uso de una herramienta (teléfono) que lleva décadas usándose en el mundo de las encuestas, su diferenciador radica en el uso intenso de la tecnología (“robots”) para procesar tan vasta información. Por ello su ubicación en las encuestas “modernas”.
Hasta aquí los dos “tipos” de encuestas presentes en el actual proceso electoral. Ya veremos qué tan acertadas resultaron ser luego del 2 de julio.
Promedio de encuestas; la ruta segura
¿No te quieres casar con una encuestadora en particular? Entonces el promedio de encuestas puede ser tu fuente principal de información. En esta categoría destacan dos empresas o iniciativas. La primera es elaborada por Oraculus y se denomina Poll of Polls.
Según Oraculus, empresa en la que participa el reconocido analista político Leo Zuckerman, “El propósito de una poll of polls es obtener una estimación de la preferencia electoral a partir de la combinación de los resultados de varias encuestas”. Añaden que “aunque de manera individual las encuestas producen mediciones con ruido
, en conjunto pueden ayudarnos a recuperar de manera aproximada la señal
que intentan medir”.
Oraculus no sólo brinda al público el promedio de las casas encuestadoras, sino también diversa información relacionada con las elecciones, como por ejemplo, el seguimiento del mercado de apuestas sobre el futuro triunfador de la elección presidencial.
En la siguiente imagen pueden apreciarse los resultados de Poll of Polls y los resultados del mercado de apuestas.
Por otra parte, la gigante de la información financiera Bloomberg, y que en México está asociado con el periódico El Financiero, presentó semanas atrás su Barómetro Electoral, que es un sistema de agregación de encuestas. Es decir, hace algo similar que Oraculus pero asignando pesos diferenciados a ciertos factores o bien agregando otros. Por ejemplo, Bloomberg considera y le da peso estadístico a lo acertado que estuvieron las casas encuestadoras en las elecciones de 2006 y 2012.
Cabe agregar que los resultados de ambos promedios (Oraculus y Bloomberg) no están muy alejados entre sí. En sus últimas mediciones Oraculus otorga a AMLO 43.4% y Bloomberg 45.4%. A Anaya 29.3% y 27.7% y a Meade 20.2% y 18.9%, respectivamente. Como se puede observar, todos se ubican dentro de un margen de error de ±5%.
Entonces ¿a cuál creerle?
El mar de encuestas presente en la actual elección presidencial puede ahogar a muchos. Desde encuestas serias y hasta aquellas que podemos organizar personalmente en nuestra cuenta de red social, pasando por las “patito”, todas pueden causar más confusión que sabiduría cívica.
No olvidemos que las encuestas están altamente cuestionadas hoy en día no sólo en México sino en todo el mundo. En nuestro país generan más dudas porque las encuestadoras no son transparentes al no informar claramente para quien trabajan. Suelen hacerlo, pero acontece cuando un reportero o periodista entrevista a su director y le hace la pregunta directa.
En una época donde la información abunda y abruma al ser humano, la habilidad para filtrar las fake news y procesar sólo la verdadera se vuelve casi un acto de heroísmo.
Así el contexto ¿le creemos o no a las diversas encuestas que hay en la elección presidencial y cuyos resultados en algunos casos presentan diferencias abismales? ¿a cuál encuesta creerle?. Verificado.mx quizá tenga algunas respuestas a esta pregunta.
Por ahora las encuestas son el mejor instrumento que tenemos para más o menos visualizar el resultado de una elección. Por ello su uso y atención es casi obligado.
Finalmente, ya se viene el segundo debate presidencial y que, aunado a la salida de Margarita Zavala de la contienda, las encuestas de la semana entrante posiblemente tendrán resultados muy interesantes. << omitirlo
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