La serie de la guerra comercial entre Estados Unidos y China nos trae un capítulo nuevo cada semana.
Este episodio se trata del fabricante de chino de routers TP-Link. De acuerdo con Reuters, legisladores en Washington están pidiendo que se le investigue como un riesgo potencial a la seguridad nacional.
Dos legisladores estadounidenses afirman que los routers TP-Link pueden ser herramientas de China para ejecutar un ciberataque contra su país. Así lo expresaron en una carta dirigida al Departamento de Comercio, a la que Reuters tuvo acceso.
TP-Link lidera el mercado de los routers para WiFi a nivel internacional, de acuerdo datos de la agencia de investigación IDC citados por la agencia informativa.
En la carta, los routers de WiFi son considerados “amenazas”, eso incluye a los destinados a pequeñas oficinas y hasta los que se usan con fines de home office.
Y mientras tanto en China...
La embajada china dijo que confía en que las autoridades “tengan suficiente evidencia para identificar incidentes de ciberseguridad, en vez de hacer especulaciones sin fundamento”. Según el reporte de Reuters, el Departamento de Comercio de Estados Unidos no hizo pública alguna decisión y sólo dijo que respondió a la petición “por los canales apropiados”.
Un comunicado de TP-Link, dedicado al mercado de consumo, afirma que sus routers ni siquiera están a la venta en Estados Unidos y reiteró que no muestran vulnerabilidades de ciberseguridad.
Esa acusación ya venía del año pasado, cuando la compañía de seguridad estadounidense Check Point reportó que un grupo de hackers pagados por el gobierno chino habían implantado un firmware malicioso en los modems de la marca para atacar a diplomáticos europeos, según documenta Reuters.
Y en los episodios pasados de la guerra comercial...
El gobierno estadounidense mantiene normas que impiden iniciar o renovar contratos comerciales con empresas chinas. Esto ha obligado a las tecnológicas de ambos países a buscar cualquier hueco legal para seguir exportando.
Un ejemplo es el fabricante de chips Nvidia, que encontró la forma de hacer negocios con China el mes pasado. La tecnológica HP está preparando la mudanza de una importante parte de su producción desde el gigante asiático hacia Singapur, por temores de los posibles conflictos relacionados con Taiwán.
Estas sanciones han sido frenos para el avance comercial y tecnológico de China, pero también una bala en el pie para Estados Unidos, como en el caso del Pentágono, que tuvo que pedir flexibilidad porque reconoce que depende demasiado de los equipos que compra a Huawei. Y no, la Casa Blanca no quiso dar marcha atrás en su postura.
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