Si se trata de política estadounidense, apoyar a plataformas tecnológicas y atacar a otras siempre ha sido parte del juego. Eso es lo que demuestra la renovada postura del candidato presidencial y ex-presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que ahora se muestra como partidario de TikTok y férreo detractor de Mark Zuckerberg y Meta. En efecto, el mismo Donald Trump que dijo en 2020 que vetaría a TikTok.
Trump, ahora en carrera para asegurar su posición como candidato a la presidencial, ha sido extrañamente tajante en contra de una propuesta de ley que ahora mismo ya está en el Congreso de Estados Unidos y que vuelve a poner sobre la mesa la medida definitiva contra TikTok: vetarle para siempre u obligar a sus creadores a vender la red a una empresa norteamericana.
En una entrevista con CNBC, Trump matizó que aunque sigue considerando a TikTok como una aplicación con potencial de amenazar la seguridad nacional, vetarle por completo haría que las personas más jóvenes de Estados Unidos "se volvieran locas". Además, sacarle del país "empoderaría a Facebook", que es, dijo "el enemigo de la gente".
El ex-presidente dijo:
"Cuando lo miro, no busco que Facebook duplique su tamaño. Y si se prohíbe TikTok, Facebook y otros -pero sobre todo Facebook- serán grandes beneficiarios, y creo que Facebook ha estado muy ocupado (...) creo que Facebook ha sido muy perjudicial para nuestro país, especialmente en lo que respecta a las elecciones".
Al rescate de TikTok
El veto a Facebook lleva siendo un fantasma en Estados Unidos que poco a poco ha ganado presencia. Fue precisamente la administración de Trump la que tomó medidas severas contra TikTok, comenzando por solicitar a la CIA que supervisara su operación para determinar si la aplicación era o no un asunto de seguridad nacional, y luego continuando con un plazo definitivo para que la app fuera vendida antes de ser declarada como vetada. TikTok incluso llegó a aceptar aliarse con empresas de Estados Unidos en 2021.
Las amenazas se desvanecieron con la llegada de Joseph Biden a la presidencia de Estados Unidos en 2021, pero las relaciones volvieron a tensarse pronto. En junio de 2022, la reportera Emily Baker-White de Buzzfed News tuvo acceso a audios filtrados que parecían confirmar las sospechas de que datos de usuarios de EUA sí estuvieron al alcance de personal en China entre septiembre de 2021 y enero del 2022. Con Estados Unidos de vuelta a la suspicacia no debe sorprender demasiado que ahora el presidente Biden ha prometido firmar la nueva ley que se discute en Congreso para vetar a TikTok tan pronto como sea aprobada.
Resulta no menos que curioso el paralelismo entre Biden y Trump y sus acciones respecto a TikTok. En 2021, TikTok se vio favorecido con la llegada de un presidente demócrata que tenía una respuesta más moderada respecto a la potencial amenaza de la app y que quería desmarcarse de las acciones y dichos del presidente republicano. Ahora que Trump vuelve a ser potencial rival de Biden para las elecciones de noviembre de 2024, TikTok una vez más podría verse beneficiada de un cambio de administración.
En todo este camino hay un par de ingredientes más a la ecuación. TikTok ha prometido el Proyecto Texas como el pilar para infundir confianza en Estados Unidos. El Proyecto Texas consiste en que toda la información de usuarios norteamericanos sea almacenada y supervisada desde Estados Unidos, de manera que nunca tenga por qué llegar a China. El segundo es que, pase a lo que pase en EUA, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha dicho que el país se mantendrá al margen y nunca habrá veto a TikTok.
La propuesta de ley para vetar a TikTok o hacer que sea de dueños estadounidenses fue aprobada por el Comité de Energía y Comercio en la Cámara de Representantes el jueves 7 de marzo. Todavía le queda un largo trecho para ser aprobada en su totalidad, pues debe votarse por el pleno de esa cámara y la del Senado. La pregunta es si todo ese tramo puede ser recorrido antes de noviembre. En todo caso, el elemento Trump es un nuevo factor que puede ayudarle a TikTok porque, como retoma The New York Times, coloca a los republicanos en una incómoda posición: o votar por el veto planeado y "hacerle frente a China", o apoyar a Donald Trump.
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