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Kobo Forma, primeras impresiones: la "agarradera" es clave para lectura más cómoda

Steve Saldaña

Editor Senior

Periodista de tecnología y ciencia. Escribo y analizo la industria de plataformas tech en México y soy fan de la ética tecnológica. También soy miembro de la Red Mexicana de Periodistas de Ciencia. Hago locución comercial, produzco podcast y soy presentador del podcast semanal ROM. LinkedIn

Kobo echó toda la carne al asador cuando introdujo al mercado el 'Forma' su e-reader para hacerle frente al Kindle Oasis. La apuesta era sólida: aunque la apuesta estética no era distinta a la que del Kindle Oasis (en aquel entonces, la versión de 2017) aún así apostaba por la incorporación de una función cada vez más aclamada y de la que el rival carecía: el ajuste de temperatura de color.

El nuevo Kindle Oasis por supuesto incorporó la función y ha nuevamente recortado la distancia entre ambos e-reader, aunque Kobo permanece con ventaja con su precio en México de 6,299 pesos. Hemos tenido oportunidad de probarlo por un par de semanas y estas son nuestras primeras impresiones.

Una pantalla gigante

Si la tecnología base no fuera la tinta digital, el Kobo Forma tiene las dimensiones para ser una tablet a cabalidad. Hablamos de una pantalla de ocho pulgadas con una densidad que está a la altura, con 300 puntos por pulgada. La función más llamativa, decíamos, es el ajuste de la temperatura de color, para lo cual se dispone de un menú al que es fácil acceder, de manera que el usuario regule cuan blanca o amarilla prefiere la retroiluminación dependiendo de la hora del día en que tenga sesión de lectura.

Es importante señalar que la función puede programarse, de manera que a partir de cierta hora el Kobo Forma automáticamente funcione con luz amarilla para perturbar lo menos posible el ciclo de sueño del usuario.

A pesar de su gran tamaño y de su peso de 194 gramos, el Kobo Forma ofrece una de las experiencias más cómodas en cuanto a su maniobrabilidad, cortesía por supuesto de ese enorme lateral para que se le sujete con una mano mientras la pantalla permanece sin ningún obstáculo para su vista. Desde luego, a diferencia de e-reader de otras gama, la victoria notable desde el inicio está en la disminución de marcos laterales, pero que especialmente luce para los bordes inferior y superior.

El lateral no es perfectamente paralelo a la pantalla. Toma una desviación hacia el frente con la finalidad de que la sujeción sea de lo más cómoda. Así, el pulgar se ajusta naturalmente frente al dispositivo mientras el resto de la mano se dedica a envolver al Kobo Forma y los cuatro dedos restantes descansan sobre una tapa trasera que presume de no ser lisa, sino de contar con su propio texturizado, una vez más para contribuir a la sujeción y disminuir la probabilidad de caídas.

Hay que decir que el revestimiento del la tapa posterior ha sacrificado la sensación 'premium' con tal de ser durable. Se trata de un plástico que se ha montado con el propósito evidente de disminuir el impacto en caso de una improbable caída. Tengo solo mis dudas de que con uso regular, en algunos meses su color se conserve uniforme en todos lados.

Nitidez absoluta, como si se leyera en papel, y excelentes ángulos de visión, las promesas de los *e-reader* con los que Kobo Forma también cumple.

Para completar el combo de comodidad están los dos botones que se alojan en el lateral. Unidos a través de una barra, ambos botones tienen entre ellos un espacio para darle cabida al pulgar. El aspecto es que se trata de una barra uniforme, pero no es así; justo enmedio la barra se sumerge en el cuerpo del Kobo para que el pulgar viva ahí, y recurra de forma fácil al botón superior o inferior según se requiera.

Aún con tanto trabajo para dar la mejor de las sensaciones de sujeción, el Kobo Forma sí puede cansar a una mano después de un tiempo considerable de lectura. Aquí entra otra de las funciones clave: el Kobo Forma cambia de orientación, igual puede sostenerse de forma vertical que en modo apaisado, de manera que lo que solíamos llamar "lateral", ahora es un borde superior o inferior, según se mantenga.

Al costado de la barra lateral están la tecla de bloqueo, que se utiliza también par aprender y apagar el dispositivo, y un conector Micro-USB para carga. Como en todo e-reader, sin importar la gama en la que viva, la batería es de las menores preocupaciones que debemos tener. En un par de semanas con él su batería aún ronda en el 30%.

Su capacidad de almacenamiento es de 8 GB, suficiente para la mayoría de los casos, pero para quienes no, se toparán de frente con la falta de otra versión de mayor capacidad como sí ofrece el Kindle Oasis. Su memoria RAM es de 512 GB, en donde los retrasos en la interfaz son propios de los dispositivos que usan tinta digital como tecnología base, sin destacar por tener un desempeño más lento o más rápido.

Como estamos hablando de un e-reader de gama alta, podemos esperar conectividad Wi-Fi, certificación IPX8 (con soporte a inmersión en agua a 2 metros por 60 minutos).

La opinión de Xataka México

El Kobo Forma completa el catálogo que está en México en donde además están el Kobo Clara HD y el Kobo Clara H2O. Kobo tiene así una gama completa para hacerle frente al Kindle, y aunque el lanzamiento internacional del Kobo Forma es más antiguo a la nueva versión del Kindle Oasis, todavía mantiene diferenciadores importantes, como esa enorme pantalla que sigue siendo una pulgada más grande que su rival directo.

Y desde luego, está el asunto del precio: con 6,299 pesos el Kobo Forma se mantiene por encima del precio del Kindle Oasis, pero también tiene una pantalla una pulgada más grande. El ajuste podría ser suficiente para renunciar al estilo más 'premium' del aluminio del Kindle Oasis, especialmente si a cambio se obtiene una de las mejores experiencias de sujeción para un dispositivo en el mercado.

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