Uno de los principales motivos para la extinción de especies en su hábitat natural es el mercado ilegal de mascotas que existe en todo el mundo. En México les hemos comentado algunos casos muy particulares, desde alguien que lleva un tigre de bengala en el asiento trasero de su auto, hasta otra persona que decidió mandar un cachorro por medio de paquetería. Sin olvidar las personas en Aguascalientes y Culiacán que pasean animales salvajes por la ciudad, pero sin poder hacerles nada, ya que cuentan con la documentación y cuidados necesarios.
El Código Penal Federal, cuenta con sanciones para el tráfico ilegal de ejemplares que sean derivados de la flora y fauna silvestres. El artículo 420 menciona en sus fracciones IV que se podrá sancionar a cualquier persona que tenga actividad con fines de tráfico o capture, posea, transporte algún ejemplar de una especie de fauna silvestre con amenaza de peligro de extinción, sujeta a protección especial o regulada por algún tratado internacional con México.
En la fracción V también indican que se impondrán diferentes sanciones a cualquiera que dañe algún ejemplar de flora o fauna silvestre, terrestre o acuática señalada. Las penas podrán ser de uno a nueve años a prisión y por el equivalente de trescientos días de multa (26 mil 508 pesos), hasta los tres mil días (265 mil 80 pesos).
En el caso que las conductas afecten un área natural protegida, o cuando se tengan fines comerciales, se aplicará una pena adicional de hasta tres años de prisión y hasta mil días de multa (88 mil 360 pesos).
Un trabajo de todos los días
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) trabaja para combatir el tráfico ilegal de vida silvestre, con diferentes operativos de inspección y vigilancia. Para ello trabaja en coordinación con instituciones como la Procuraduría General de la República, Policía Federal, Policía Federal Ministerial, Policías Estatales y Municipales.
Entre 2013 y 2014 la institución realizó 694 operativos, combatiendo el tráfico ilegal de fauna y flora silvestre, asegurando de manera precautoria a 5 mil 774 ejemplares de vida silvestre, poniendo a disposición del Ministerio Público Federal a 94 personas, por delito ambiental.
En 2015 la institución multó con cuatro millones 383 mil pesos a la empresa Maskota en Ciudad de México, después de descubrir que vendían animales silvestres en peligros de extinción. En ese momento se determinó una clausura total temporal y el decomiso de 60 especies silvestres en cinco establecimientos.
Imágenes | HuffPost México, Posta
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