Samsung Gear S2, toma de contacto: un planteamiento mucho más redondo

Cuando el año pasado Samsung presentaba en IFA el Gear S no se puede decir que dejara indiferente. Era una apuesta arriesgada, muy futurista y ambicioso pero al final quien mucho abarca poco aprieta y el reloj no terminó de ser tan bueno como esperábamos. Un año más tarde, con la lección aprendida, los coreanos sacan una segunda generación más conservadora pero mucho mejor planteada.

Esta mañana conocimos todos los detalles del Gear S2, pocas sorpresas de cara a la presentación pero teníamos ganas de probarlo y ver si esta vez habían dado en el clavo. Es pronto para sacar conclusiones reposadas pero las primeras sensaciones con él son muy buenas aunque también nos ha dejado unas cuantas dudas que tendremos que resolver más adelante.

Muchos aciertos, algunas dudas

Samsung se apunta con el Gear S2 a una pantalla circular total (no como la del Moto 360) y ahí nos encontramos con el primer elemento marca de la casa: pantalla Super AMOLED de 360 x 360 píxeles en un tamaño de 1,2 pulgadas. Se ve bien, en interiores, y la densidad es más que suficiente para no ver ningún punto.

El diseño llegará en dos modelos: uno deportivo con correa de silicona y uno clásico con correa de cuero. En ambos casos, el cuerpo es una aleación acero que hace que el reloj no sea pesado. Siguiendo con dimensiones físicas, no es especialmente grande. Dependerá de nuestra muñeca pero en mi opinión han dado con un tamaño perfecto.

El bisel giratorio es una de las decisiones de diseño más acertadas de Samsung en los últimos años.

Normalmente cuando veo relojes siempre me atrae el modelo más clásico pero esta vez me gusta el deportivo. A pesar de la correa de silicona, el diseño da la sensación de ser más unificado y el bisel en el clásico no termina de convencerme. Cuestión de gustos, aunque Samsung no ha enseñado más correas y combinaciones.

La gran atracción del reloj la encontramos delante nuestra cuando la tenemos: un bisel mecánico que podemos girar para movernos por los diferentes menús del reloj. Se ha criticado mucho a Samsung en algunas decisiones de diseño pero esta vez funciona. Es suave, va rápido y el ruido que hace al girar refuerza la sensación de ser un dispositivo mecánico.

El movimiento recuerda al que se hace con la corona del Apple Watch y, dejando los parecidos de lado, Samsung ha logrado crear un sistema de navegación rápido que además no estorba ya que al depender de los marcos del frontal hacen que no tapemos la pantalla al tocarlo. Por cierto, aunque muchas interacciones las hagamos con esta pieza, el panel es táctil por lo que podemos usar los dedos en conjunción con o en sustitución del bisel. Muy bien aquí Samsung.

El modelo con tarjeta eSIM no llegará a España. La regulación actual de la Unión Europea no permite la venta de dispositivos con tarjeta SIM integrada y que no haya opción de cambiarla por otra. Nos quedamos con las ganas de probar esta versión.

Además del bisel, tenemos un par de botones físicos que nos ayudarán a movernos por los menús: uno nos enviará a la pantalla anterior (podemos hacer también un gesto táctil deslizando el dedo hacia abajo) y otro que nos devolverá a la watchface del reloj. Por lo que hemos estado probando, parece que en el día a día nos tocará compaginar los dedos y los biseles pero la mayoría de las acciones las haremos girando esta pieza.

En el software, de nuevo Tizen, vemos de nuevo cómo esta vez Samsung ha querido simplificar la experiencia. Nada de teclados para escribir mensajes ni diales de teléfono para hacer llamadas. Todo es más sencillo y a la vez más rápido porque si algo nos ha sorprendido en esta primera toma de contacto es lo rápido que va el sistema operativo.

Gear S2 resume la frustración de Samsung que tiene con Android Wear. Si no puedo personalizar el software a mi gusto, seguiré en mi plataforma.

Como en la edición anterior, podremos ir añadiendo páginas al menú principal y movernos por ellas a través del bisel. Permite tener muchos accesos a mano pero no nos obliga a tener todas las que tenemos instaladas en el reloj por lo que lo ideal es tener solo las que más usamos a mano.

Hacer gestiones como llamar a alguien, responder un mensaje o ver alguna aplicación nos lleva poco tiempo y tan solo necesitamos un vistazo rápido para hacernos una idea de lo que tenemos delante. La conectividad con el teléfono (en la demo, al menos) era rápida y poder enviar llamadas o mensajes funcionaba perfectamente.

El asistente de voz volverá a estar presente y, como en Google Now en Android Wear, podremos realizar comandos para interactuar con el reloj o bien escribir mensajes con dictado. Es pronto para sacar conclusiones en este apartado ya que los modelos que hemos probado solo estaban en inglés.

El software será clave una vez más

En la presentación, Samsung ha anunciado que tendrá unos cuantos socios para nutrir de contenido al Gear S2 pero a priori parece que el ecosistema del reloj va a seguir un poco huérfano de aplicaciones. Tendremos las básicas y conexión con varios servicios populares pero se echa la variedad que encontraríamos en Android Wear o Watch OS. Los coreanos van a necesitar a los desarrolladores y sus intenciones de crear contenido para triunfar. Esta vez tienen a su favor la baza de que será compatible con muchos smartphones Android.

Una duda que nos ha quedado en esta toma de contacto es la batería. Samsung mencionó la existencia de un modo de ahorro para que dure más pero no se ha mojado con cifras oficiales. Veremos si logra, como Android Wear, llegar a dos días de duración pero eso es algo que tendremos que ver cuando lo analicemos a fondo.

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