Harry Ransom Center, Universidad de Texas, Austin. Este archivo, que tiene más pinta de museo o de biblioteca, cuenta con dos principales atractivos: “la vista desde la ventana Le Gras” y una de las 21 impresiones de la Biblia de Gutenberg. Una es la primera fotografía y la segunda es el primer libro impreso. Ambas comparten lo mismo: ninguna fue realmente la primera en su ramo.
Joseph Nicéphonre Niépce, protagonista de esta historia y creador de “la vista desde la ventana Le Gras”, intentó varias veces tomando fotografías (propiamente, heliografías) antes de lograr esta famosa toma. Aquí te contamos recientes investigaciones sugieren que hubo otra toma antes de la presentada en el Harry Ransom Center.
Heliografía, “plasmado por el Sol”
Como humanidad, desde nuestros inicios hemos intentado plasmar lo que vemos, sentimos y experimentamos. Por ello, hubo una búsqueda constante por detener el tiempo y grabarlo como fuera posible. Existen pinturas rupestres que datan de hace 65 mil años y nada indica que no encontremos otras más antiguas.
La fotografía, a diferencia de las pinturas, es un acercamiento realista a lo que nuestros ojos ven. Por ello, fue una carrera ambiciosa la que se libró durante el siglo XVIII por lograr esa primera fotografía. Tal fue el caso que Niépce fue eclipsado por su socio, Daguerre, después de que este fuera protegido del gobierno francés.
Niépce, quien no solo tomó lo que conocemos como primeras fotografías, también trabajó junto a su hermano en el diseño del primer motor de combustión interna y el vélocipède, uno de los múltiples ancestros de la bicicleta.
El heliógrafo de Niépce utilizaba como principal “capturador” una mezcla de betún de Judea sobre una plata metálica, una cámara oscura, una solución con esencia de lavanda para disolver la capa y revelar la foto. Esta placa se exponía al Sol para poder capturar la vista deseada, aunque el proceso era lento, muy lento. Solo “la vista desde la ventana Le Gras” tardó ocho horas y 10 minutos en capturarse, y eso que fue tomada cuando Niépce ya tenía experiencia con sus heliografías.
Sin embargo, antes de lograr todo ello, Niépce tuvo que experimentar y jugar con lo que tenía. Antes de introducir la cámara oscura en su fórmula y las placas metálicas, logró capturas diversas imágenes sobre piedra. Supuestamente, la exposición de estas heliografías tardaban cinco días. Pese a todo, no hay pruebas físicas de estas tomas.
El ascenso tardío de Niépce
Aunque baja, hay probabilidad de que en algún recóndito y escondido, se encuentre alguna de estas piedras que utilizó Niépce para sus primeros intentos fotográficos. Por lo que, aunque técnicamente “la vista desde la ventana de Le Gras” es la primera fotografía, la misma historia de su creador muestra lo contrario.
Regresando al socio de Niépce, Daguerre, este fue por mucho tiempo considerado el creador de la fotografía ya que su método fue comprado por el gobierno francés, el cual impulso la idea de que él fuera el padre de la fotografía. No fue sino hasta que el coleccionista Helmut Gernsheim compró “la vista desde la ventana en Le Gras”, que comenzó a posicionarse el nombre de Niépce para finalmente ponerlo en el lugar que se merecía.
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