Mientras recibían escombros en el terreno del parque central de Suchiapa (Chiapas), Martín Mendoza de 11 años se topó con una piedra singular, esta mostró ser un monolito de la cabeza del dios del maíz y de la abundancia para los mayas llamado Yum Kaax. Fanny López Jiménez, directora del Museo Regional del INAH en Chiapas hizo una entrega simbólica de esta pieza a Edilberto Mendoza, padre del menor que hizo el hallazgo.
Lo más impactante tal vez sea que se encontraba entre escombros que iban a ser utilizados para hacer una construcción, la emoción de haberlo encontrado llevó al niño y a su padre a acudir con las autoridades correspondientes, resguardando la pieza por elementos de seguridad municipal.
El destino de los descubridores fue el Museo Regional del INAH en Tapachula, Chiapas donde Fanny López Jiménez los recibió, y lo primero que notó es que si bien la pieza es de la cultura maya, no pertenece al sitio donde se encontró, así que esta cabeza seguramente llegó ahí en algún momento de la historia.
También es probable, como comenta otro de los arqueólogos que la cabeza en realidad fuera parte de una escultura de cuerpo completo, y que por azares del destino se hubiera desprendido.
Aunque lo común es que un hallazgo de este tipo quede a resguardo en algún museo, en este caso, Edilberto hizo la solicitud para quedarse como custodio legal de la pieza que encontró su hijo, así que esta cabeza quedará en su domicilio particular, pero tendrán acceso a ella tanto investigadores como el público en general por tratarse de un Patrimonio Nacional.
Sin duda, la cultura maya tiene aún muchos secretos por revelarnos, y quién sabe si el siguiente esté a la vuelta de la esquina, en algún lote baldío.
Imagen | Cuarto Poder
Ver 2 comentarios