A mediados de julio de este año salió a la luz la noticia que Nicolás Puech Hermès, heredero de la prestigiosa marca de ropa valorada en 202,000 millones de dólares (que precisamente lleva por nombre Hermès), decidió adoptar a su jardinero. Jadil, el joven de origen marroquí en cuestión, se convirtió en la única persona que recibirá la cuantiosa fortuna de Nicolás como legado, pero razones desconocidas le arrebataron parte de ella.
Según informó Tribune de Genève, en otoño de 2023, el millonario presentó tres demandas en Ginebra contra Eric Freymond, su antiguo asesor financiero. Sin embargo, un tribunal local ha desestimado las acusaciones de Puech, relacionadas con supuesta mala gestión y fraude por parte de su ex administrador.
La fortuna que se evaporó frente a sus ojos
Seis millones de acciones de Hermès, valoradas en alrededor de 12,000 millones de euros (más de 260 mil millones de pesos) fueron la herencia del octogenario. De acuerdo con lo informado por el medio suizo, dichas acciones fueron transferidas a bancos de Suiza entre 1998 y 2012. Las acusaciones sostuvieron que Freymond malversó la fortuna durante más de dos décadas. Ahora, la ubicación del monto es incierta.
Sin embargo, el fallo judicial indicó que no se hallaron pruebas de una mala administración por parte del asesor financiero ni de que Puech hubiera sido engañado, dado que otorgó control ilimitado sobre sus cuentas y libertad para gestionar su patrimonio.
A pesar de que Puech argumentó no estar al tanto de la pérdida de sus acciones, el tribunal determinó que no se encontraron evidencias de fraude por parte de Freymond. En su sentencia, el juez enfatizó que la "confianza ciega" de Puech en su administrador no necesariamente implica deshonestidad.
Básicamente, se le indicó que de estar al tanto de los movimientos de su patrimonio, pudo haber reportado cualquier anomalía, cuestión que, ahora sabemos, decidió no hacer. Las acciones que en su momento lo hicieron el mayor inversor de la empresa de lujo, fueron vendidas y transferidas bajo la administración de Freymond. Para su mala suerte, perdió el control de cada una de ellas.
Un rival dentro de la encrucijada
Dentro de los "dimes y diretes" de que quién vendió las acciones y quién no le prestó atención a las mismas, entra en juego aquel quien puso en conflicto al clan Hermès: Bernard Arnault, fundador de compañía multinacional LVMH y quinto hombre más rico del mundo según Forbes.
Fue en 2014 cuando Nicolás Puech apoyó la entrada de Arnault como accionista de la empresa, lo que generó sospechas entre los demás miembros de la familia. Al ser señalado por su posible implicación en la adquisición del 23% de las acciones de la compañía, se desvinculó de todos. Al final, Arnault decidió cancelar su intento de adquisición de Hermès.
Curiosamente, un año después del "ataque" de Bernard Arnault, el grupo Hermès afirmó que desconocía el paradero de las acciones de Nicolás Puech. Incluso, el presidente ejecutivo de la compañía, Axel Dumas, admitió la nula claridad de si el heredero aún las conserva.
Para los multimillonarios puede ser frustrante desconocer qué pasó con un "dinerito" perdido, pero si nos ponemos en los zapatos de un jardinero que tuvo la oportunidad de hacerse con 12,000 millones de euros, da impotencia. Así, sin saberlo, se le esfumó parte de su herencia como daño colateral.
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