Los hackathon son un término muy común en la actualidad, se tratan de encuentros entre programadores con la idea de armar equipos para desarrollar un software. El verdadero reto es que los eventos pueden durar dos días o una semana completa, convirtiéndose en una prueba bajo reloj.
Este tipo de eventos siguen pasando fronteras y ahora llegará al estado independiente más pequeño del mundo, la Ciudad del Vaticano que solamente cuenta con 44 hectáreas de territorio y una población aproximada de 800 habitantes. La idea apareció por Jakub Florkiewicz, un estudiante que llegó a Roma y le contó la idea al padre Eric Salobir, fundador de OPTIC, una red internacional para actividades de investigación en el Vaticano.
El primer reto era aclarar que no se trataba de hackers
Ellos contactaron también a la Secretaría de Comunicación del Vaticano y a Philip Larrey, un sacerdote catalogado como “apasionado”. Con ellos arrancó la idea del proyecto para que después se unieran otras instituciones.
Lo primero era presentar el proyecto a las diferentes congregaciones que tiene el Vaticano, enfrentándose a personas que comprenden un poco el tema y otros que requerían más detalles para comprender el concepto, pero tampoco fue imposible. Uno de los puntos que tuvieron que aclarar desde el inicio era que no se trataban de hackers como se pintan en las películas. Aquí son un grupo de personas que quieren abordar problemas socioeconómicos globales que no son religiosos.
Decidieron centrarse en tres temas: inclusión social, diálogo interreligioso y migrantes y refugiados. La invitación era para cualquier estudiante sin importar su religión. Esperan a 120 participantes trabajando en diferentes proyectos del 8 al 11 de marzo.
No buscan que los jóvenes se acerquen directamente a la religión
Eric Salobir, fundador de OPTIC no define a su organización como algo religioso, él cree que se trata de una organización basada en valores, buscando fomentar el diálogo entre el mundo de la tecnología y las humanidades. Recuerda una charla que tuvo en Paris con el cofundador de Linkedin, Reid Hoffman y el director del MIT Media Lab, Joi Ito, donde después de 40 minutos, nunca se mencionó nada de la religión.
El padre compara el alcance de la tecnología con el de los hospitales cristianos, donde pueden tener un impacto totalmente positivo. Inclusive menciona que la invitación es para musulmanes, judíos, entre otros, buscando promover el debate y la colaboración, mezclando a los invitados en equipos contrastantes para que puedan trabajar.
Salobir deja en claro que el hackathon es uno de los pasos para mejorar su tradición de ciencia y tecnología y no con la idea de ser un intento desesperado para comercializar la iglesia ante un grupo de jóvenes. Menciona que no cuentan con los recursos necesarios para el marketing del evento, ellos solamente quieren hacer algo útil.
Y sí, en toda la historia nunca apareció el Papa Francisco, ya que no se le consultó directamente para la organización. Pero en el sitio del evento se cita una frase suya donde le agradaría ver el crecimiento de la innovación científica y tecnológica acompañada de igualdad e inclusión social.
Ver 3 comentarios