La línea a mitad del océano que nos deja viajar en el tiempo: cómo dos islas separadas a solo cuatro kilómetros les separa un día entero

El tiempo es uno de esos conceptos que los humanos acuñamos con la intención de medir, como tantas cosas en la ciencia. En algún momento de la historia, nos pusimos de acuerdo para dividir la Tierra en líneas imaginarias que nos ayudasen a distribuir las horas del día, creando los husos horarios; las llamamos paralelos y meridianos. Pero entre todas estas líneas, una de ellas es muy particular, pues divide un par de islas vecinas por un día entero pese a estar separadas espacialmente solo por 3.6 kilómetros.

¿Cómo es que una distancia que podría recorrerse inclusive nadando, está temporalmente a un día de distancia? Aquí te contamos los efectos del llamado meridiano 180.

La gran división horaria

En total, existen 24 meridianos alrededor de nuestro planeta. Cada uno de ellos nos ayuda a dividir el planeta en diversos husos horarios y pese a que en principio fueron ideados como geodésicas perfectas o líneas rectas en un plano, finalmente sufrieron modificaciones por la geografía y geopolítica del mundo.

Dependiendo de dónde estemos parados, sumamos o restamos horas. Si viajamos hacia el oeste tendremos que ir disminuyendo de una en una las horas al cruzar por cada meridiano. Caso contrario si viajamos hacia el este, en el que tendremos que ir sumando de a una hora cada que crucemos por estas divisiones.

Por ejemplo, en México, hay cuatro husos horarios debido a los meridianos que recorren el territorio nacional. De tal manera que tenemos los husos horarios del Noroeste, Pacífico, Centro y Sureste. La zona horaria central abarca casi todo el territorio nacional, cubriendo a 26 de los 32 estados de la república, incluyendo a la Ciudad de México.

El meridiano 180

Meridiano 180 cruzando de Norte a Sur.

Ahora bien, entre Estados Unidos y Rusia hay un meridiano llamado “meridiano 180”. Esta línea cruza por el océano y separa un par de islas, una del lado ruso y otra del lado estadounidense. En el país del vodka las conocen como Ostrova Gvozdeva, mientras que en el de la Coca-Cola se les conoce como Diomedae Islands. En México las conocemos simplemente como Islas Diomedae.

La Gran Diomedae se ubica del lado ruso y la Pequeña Diomedae del lado estadounidense. El meridiano 180 cruza por el mar que divide a estas dos islas, deformándolo y rompiendo con su estructura recta. Esto sucede ya que, por cuestiones políticas y sociales, es más sencillo que la isla estadounidense se rija por el horario de Alaska y que la isla rusa se rija por el horario de Naukan. Razón por la cual, temporalmente, están separadas por un día.

Este hecho ocurre en más de lo que pensamos, pues los medianos no son perfectamente rectos y se amoldan a distintos horarios dependiendo de la situación geopolítica de la zona. Por ello, no es de extrañar que ninguno de los meridianos sea perfectamente recto en el plano. Así que ahora, no hay mucho de qué quejarnos cuando estemos de vacaciones en los Cabos y se nos crucen los cables con las horas. Imaginen el problema que sería si de metro CU a metro Indios Verdes hubiera un día de separación temporal, sería un caos.

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