Salir de la universidad, trabajar muchas horas y laborar el resto de tu vida en la misma empresa era el plan ideal hace 70 años. Cambiarse constantemente de trabajo era una práctica impensable. Hoy en día, este modelo del trabajador leal ha quedado obsoleto y el mercado laboral japonés lo sabe mejor que nadie.
Entre jornadas laborales, modalidades de trabajo y competitividad con extranjeros, los jóvenes nipones se ven orillados a cambiar el esquema de empleo arraigado desde los años 40. Como consecuencia, en vez de buscar afianzarse en un solo lugar optan por diversificar sus opciones y a los empleadores no solo no les gusta esta idea, sino también les afecta.
El antecedente del modelo laboral japonés
Recapitulemos la época de posguerra. Según cuenta Hiroshi Ono de la Universidad Hitotsubashi, durante aquellos tiempos, las empresas ofrecieron salarios y beneficios sustanciales con la intención de permitir que las familias prosperaran con base en un solo ingreso. Además, garantizaron estabilidad laboral para asegurar un empleo a largo plazo. Esta relación entre empleadores-empleados, inspiró a los trabajadores a mostrar una lealtad inquebrantable y a dedicarse de lleno a su trabajo.
En su artículo para el East Asia Forum, Ono menciona que bajo este ideal, los empleados no debían tener ninguna otra responsabilidad en el hogar, lo que dio pie a una división entre los sexos que hoy concebimos como "roles de género". Aquí, los hombres dedicaron su vida al trabajo y las mujeres se encargaron exclusivamente de las tareas del hogar.
Los jóvenes ya no quieren trabajar (en un solo lugar)
Los tiempos cambian y los gustos también. Si antes se buscó que los empleados fueran leales a su trabajo de por vida, una encuesta realizada en 2024 reveló que hoy, únicamente el 21% de jóvenes japoneses quiere mantenerse en la misma empresa hasta jubilarse. Asimismo, los resultados mostraron que el 26,4% cambiaría de trabajo si tuviera la oportunidad.
Si "echamos más leña al fuego", la pandemia por Covid-19 trajo consigo un esquema laboral que anteriormente era muy poco utilizado: el home office. Este método de trabajar vía remota es algo que los jóvenes nipones buscan al querer una mayor flexibilidad en tiempo y lugar.
Los empleados extranjeros como segunda opción
El avance tecnológico corre sin frenos, pero la formación profesional tiene límites. El académico comenta que si las empresas buscan ser competitivas en el rubro de la tecnología, al tiempo en que se enfrentan a una frecuente entrada y salida de personal, la otra opción es buscar talento proveniente de otros países.
Por lo tanto, se puede deducir que contratar estudiantes extranjeros que busquen incursionar en el campo laboral japonés es, en teoría, una opción lógica. Solo surge una imponente brecha: el idioma. De acuerdo con otra encuesta de 2021, el 75% de las empresas requieren que los empleados de otros países dominen el nivel más alto del japonés.
Para ello, se busca que tengan el nivel N1 con base en la Prueba de Competencia en Lengua Japonesa realizada por la Fundación Japón, con lo que considera al postulante como capaz de comprender el idioma. Sin embargo, solo el 37% de los solicitantes logran cumplir con este requisito.
Finalmente, se debe considerar el tema cultural, el cual no es reconocido por su flexibilidad. Aunque la tendencia global se basa en una fuerza laboral diversa, muchos empleadores japoneses todavía esperan que los empleados se adapten a ellos, concluye Ono.
Resulta curioso cómo esta tendencia se expande incluso a nuestro país con las nuevas generaciones. Mientras muchos pelean por conseguir empleo, hay quienes no les preocupa salirse del suyo con el fin de tener "algo mejor". Ante estas nuevas actitudes, idealmente los modelos de negocios tendrán que evolucionar en conjunto con la población.
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