Japón busca al creador de una carretera en el lago más grande del país: no lleva a ninguna parte

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Ismael Garcia Delgado

Editor Jr

Comunicólogo y Periodista por la UNAM. Redactor, locutor, guionista y creador de contenido. Apasionado por la música ochentera, el cine de acción/sci-fi, series dramáticas y la literatura hispana. Fiel defensor del séptimo arte mexicano.

Alrededor del mundo disponemos de una extensa red de carreteras. Construidas de acuerdo a normas legales y regulaciones estatales, se intuye que no cualquiera puede construir una sin cumplir con las reglamentos establecidos. Al parecer, en Japón alguien se saltó este proceso y decidió fabricar la suya en el lago más importante del país.

Una superficie de 670 kilómetros cuadrados, más de 235 kilómetros de longitud, 27,500 millones de m3 de agua, abastece a casi 15 millones de habitantes. La magnitud del lago Biwa hace que la noticia resalte por lo inverosímil que parece: La aparición de una carretera... ilegal... que no lleva a ningún lado.

La historia comenzó en marzo de este año, cuando un reporte anónimo llegó a las oficinas de ingeniería civil en la ciudad de Takashima, según informó Sora News 24. El documento alertó sobre una construcción inusual en el lago Biwa: una especie de carretera.

Posteriormente, se confirmó la existencia de la obra: un camino de aproximadamente 70 metros de largo y 3 metros de ancho, hecho de tierra compactada, que conecta dos formaciones geográficas en el delta del río Ado. Además, se encontraron huellas de neumáticos, por lo que al parecer fue usada.

Posteriormente, se proporcionó otra pista sobre la antigüedad del camino gracias a Google Maps. La segunda imagen satelital más reciente, tomada en 2021, no reveló evidencia alguna de una estructura similar ni sedimentos que sugirieran una formación natural.

Camino

Otro punto que resalta en la irreverencia del hecho es que, de acuerdo con un testimonio recabado por el medio local, "allí no hay nada que hacer, salvo que te piquen avispas o jabalíes". Sumado a esto, cuando un reportero de FNN investigó el área, descubrió fragmentos de asfalto, hierro y hormigón en mal estado dispersos por el sitio.

Para concluir y todavía añadirle otro toque de ironía a la historia, las autoridades recibieron una llamada anónima por parte del autor, quien explicó que acumuló la tierra para crear la carretera. Cuando se dio la noticia, al responsable se le solicitó devolver el área a su estado natural, llevándose tan solo una acusación por desarrollo no autorizado.

Y si se lo preguntan, sí se puede encontrar la estructura en Google Maps al día de hoy.

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