Los puentes, en su esencia, son estructuras que conectan dos puntos separados por un obstáculo. tradicionalmente conocemos los puentes que unen dos caminos separados por, digamos, un río. Sin embargo, ¿y si el puente une dos ríos separados por otro río? Es más o menos lo que hacen los puentes de agua, y en Magdeburgo tienen el más grande e impresionante del mundo.
Estamos acostumbrados a ver puentes alucinantes en las megaestructuras que construyen en China. El más largo del mundo con 164 kilómetros de longitud, el de cristal más largo del mundo o el que hace de cascada artificial también. Este en cambio no está en el país asiático, sino que se encuentra en Magdeburgo, en Alemania.
Conectar dos masas de agua, con agua, separadas por más agua
El puente de agua de Magdeburgo tiene como propósito servir como conducto de unión entre el canal Elba-Havel y el Canal Mittelland, separados entre sí por el río Elba. Este puente de agua permite a los barcos y buques moverse fácilmente entre el área de Rhineland y Berlín.
Previo a la construcción del puente, los barcos tenían que ingeniárselas para moverse de un lado a otro. Ambos canales están a una altura superior que la del río Elba en sí. Esto provocaba que los barcos tuviesen primero que descender por un canal, luego descender más por el río Elba y luego subir de nuevo para llegar al destino en el otro canal.
Ya en la década de 1930 se inició una primera construcción de este puente para unificar ambas rutas. Sin embargo la idea fue abandonada con la llegada de la Segunda Guerra Mundial. Después y tras la separación de Alemania en dos bandos la ruta comercial ya no interesaba tanto, por lo que el proyecto fue dejado de lado. Con la unificación de Alemania a finales de la década de 1980 se propusieron diferentes proyectos de transporte para mejorar las rutas comerciales, entre ellas la de este puente canal.
La solución fue construir esta enorme estructura que une los dos canales entre sí. En 1998 comenzaron la construcción seis años después y 500 millones de euros invertidos, el puente fue inaugurado. En 2003 los barcos comenzaron a navegar por el puente y a transportar mercancías y pasajeros de un lado a otro.
Su longitud de 918 metros lo convierte en el puente de agua navegable más largo del mundo. Tiene un total de 34 metros de anchura para el agua y además dos aceras para peatones en los laterales. Para hacer frente al peso del agua y los barcos que lo cruzan, el puente utiliza al menos 24.000 toneladas métricas de acero junto con más de 68.000 metros cúbicos de hormigón.
El puente quizás no sea el más grande, tampoco el más bonito y ni siquiera el más costoso. Sin embargo, es único por efectividad y todo un ejemplo de obra arquitectónica e ingeniería.
Vía | Unusual Places
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