En Ciudad de México decidieron “ayudar” a una delegación con escasez de agua cediéndole la distribución a los habitantes

A finales de enero la Ciudad del Cabo en Sudáfrica logró llamar la atención en todo el mundo por convertirse en la primera ciudad importante en quedarse sin agua, preparando la estrategia ‘Día Cero’, para cerrar el suministro de agua a todos los habitantes. Ese tema activó las alertas en muchos lugares, ya que puede convertirse en un problema muy delicado para los próximos años.

BuzzFeed reporta que en Iztapalapa, el distrito más poblado de Ciudad de México ya no cuentan con agua desde hace muchos meses, provocando un constante conflicto entre los ciudadanos y el gobierno por la distribución de agua. Donde un grupo de mujeres se han hecho cargo en entregar el agua a los vecinos de la zona.

Un problema que lleva casi una década

Lamentablemente el problema no es nuevo, en un testimonio Liliana Espindola menciona que en 2009 pasaron cuatro meses sin recibir una gota de agua en el grifo, convocando a una manifestación en enero de ese año que se convirtió en una gran protesta. En un inicio ella y varios cientos de personas obstruyeron una carretera cercana por horas, enfrentándose ante la policía antidisturbios, para terminar caminando a las oficinas del gobierno local, exigiendo una solución.

Lo increíble de todo es que la solución del gobierno fue ceder el control a la gente, para que Espíndola se hiciera cargo con sus compañeras para distribuir el agua en el vecindario.

La Comisión Nacional del Agua señala que para 2030 en Ciudad de México se tenga acceso a 136 metros cúbicos de agua renovable por persona en todo el año, en 2015 la cifra era de 148. La Organización de Naciones Unidas para los Alimentos y la Agricultura mencionan que la escasez absoluta de agua se experimenta cuando hay menos de 500 metros cúbicos por año.

Con esos amigos

En octubre de 2017 el presidente de México, Enrique Peña Nieto inauguró el Sistema de Pozos Profundos con cuatro pozos a más de dos kilómetros de profundidad, con la finalidad de dotar de más agua potable a Ciudad de México, en su presentación señaló que se trataba de una obra única en el mundo para abastecer de agua a la población.

Todo sonaba muy bien en ese momento, pero ese sistema provocó un círculo vicioso, ya que la extracción de agua subterránea provoca que la ciudad hunda más, en algunas zonas se menciona la posibilidad de más de 15 pulgadas por año, eso provoca fisuras en el suelo que terminan afectan las tuberías de agua, causando filtraciones y que al final la gente necesite más agua.

La escasez es tan grande en la actualidad que algunos policías deben proteger los camiones de agua que pueden ser secuestrados por personas que buscan vender el agua en precios elevados. Eso provocó que algunas mujeres coordinen las rutas de los camiones con las autoridades locales, para vigilar que la operación funcione sin problemas, para ello recogen las solicitudes de agua de sus vecinos.

Juan José Salas, director de servicios urbanos de Iztapalapa menciona que la crisis se acerca a niveles “muy críticos”, donde se debe tener una reserva de dinero para solucionar el problema que en poco tiempo podría poner la situación como incontrolable.

Moneda de cambio para los políticos

Existen épocas donde fluye el agua, pero indican que se encuentra tan sucia que simplemente es imposible de usarse. Algunos empleados de gobierno entregaron purificadores gratuitos, pero aconsejan que no se conecten a los grifos ya que se podrían arruinar.

Por último mencionan que el agua se ha convertido en una moneda de cambio político. En épocas de elecciones el gobierno local manda camiones a personas que se dicen necesitadas, pero la realidad es que los partidarios de un partido político los utilizan entre los vecinos a cambio de votos. Vecinos de la zona menciona que curiosamente cuando se acercan las elecciones el agua que reciben es muy clara.

Imágenes | Territorio Informativo, Gaceta, La Capital