En noviembre de 2017 les contábamos la historia de Leonardo Patterson, un “traficante” de piezas arqueológicas que tiene una vida digna de cualquier película. Como era de esperarse México estaba involucrado en la historia de ese personaje, en 2010 el Instituto Nacional de Antropología e Historia descubrió que contaba con 691 piezas que formaban parte del patrimonio arqueológico mexicano.
Hasta finales de ese mes el INAH solamente había recuperado dos piezas de las 691, señalando que las otras se encontraban en el litigio. Por medio de un comunicado el INAH anunció que recuperaron más piezas después del proceso legal de casi una década en los tribunales de Alemania.
Esperan que la lista siga creciendo
Se recuperaron dos bustos de madera olmecas con más de 3 mil años de antigüedad, procedentes de El Manatí, un sitio arqueológico que se ubica en el estado de Veracruz. El anuncio se realizó en la sede de la Colección Estatal de Arqueología de Múnich, contando con el embajador de México, Rogelio Granguillhome y la coordinadora nacional de Asuntos Jurídicos del INAH, María Villarreal Escárrega.
Las piezas fueron incautadas en 2008 en Alemania a Patterson, por parte de la Oficina de Investigación Criminal del Estado de Baviera. En un juicio en 2015 recibieron un fallo favorable por parte del Tribunal Regional, ordenando que en 2017 la devolución fuera ejecutada.
No se descarta con el precedente que en un futuro se pueda invocar en otros casos en el ámbito de protección de su patrimonio arqueológico.
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