El Internet y las redes sociales hoy están llenos de flores, colores rosas y felicitaciones: es 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Y aunque las intenciones son buenas, la gran mayoría se ha olvidado de que originalmente se conmemora el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, siendo esta última palabra la gran ausente del día.
Vamos, que me ha tocado ver quien lo ha confundido con el Día de la Madre y ha dado gracias por ser "la madre de sus hijos" y no es que esté mal el agradecer esa labor inalcanzable un día cualquiera, es simplemente incorrecto cuando se dice que su única virtud como mujer es ser madre. En unos 100 años, parece que ha pasado de ser una fecha para conmemorar la lucha feminista que busca el reconocimiento de las capacidades, los derechos y el desarrollo íntegro de la mujer, a una celebración en el que hay que mostrar aprecio, amor y respeto, aunque el resto del año nuestro comportamiento demuestre lo contrario.
Hoy en día, el término "brecha de género" es cosa de todos los días, números y más números que nos muestran las desigualdades existentes entre hombres y mujeres en diferentes ámbitos como salud, supervivencia, educación, economía, participación política y sí, también tecnología. Cifras que en ocasiones nos alarman, pero que poco o nada hacemos para cambiarlas.
El tema da para hablar largo y tendido. Tan solo ayer la ONU mostraba un informe en el que anunciaba que las mujeres estamos perdiendo terreno en el mundo laboral y que podrían pasar 70 años para que la igualdad salarial sea alcanzada, y hoy se pronunciaba en pro del fortalecimiento del movimiento de las mujeres para construir una sociedad más saludable. Pero para nosotros, es de especial interés el tema de la mujer y la tecnología.
Más específicamente, de la adopción por parte de las mujeres de las Tecnologías de la Información y la Comunicación. De acuerdo a la Unión Internacional de Telecomunicaciones, existen 200 millones menos de mujeres en línea que de hombres, lo que implica un menor acceso a la información y a herramientas de comunicación, y que por consiguiente, disminuye sus oportunidades de desarrollo social, económico y político, pues no podemos negar que la mayoría de estos aspectos tienen hoy un componente digital.
En México, si hay un área en el que la brecha de género ha disminuido de manera significativa, es precisamente en la adopción de servicios y tecnologías digitales, en gran parte gracias al rápido crecimiento del mercado de los dispositivos móviles en el país, principalmente de los smartphones.
De acuerdo a la firma de consultoría e investigación Competitive Intelligence Unit, una diferencia de dos puntos porcentuales en lo referente a acceso a smartphones demuestra que la brecha de género en este apartado se ha cerrado en los últimos años, pero lamentablemente, esto no significa que se haya igualado completamente el uso y acceso a estas y otras tecnologías.
Uno de esos factores que aún están pendientes es el acceso a los servicios de Internet móvil, al cual solo el 26.5% de las mujeres tiene acceso, lo que conlleva, a que poco puedan aprovechar las ventajas de tener un smartphone; más no es este el único problema. El desconocimiento y la falta de educación en tecnologías, lleva a las mujeres que si tienen acceso a Internet desde sus smartphones, a usarlos únicamente para acceder a redes sociales o hacer uso de aplicaciones de mensajería, siendo menos frecuente su uso para la búsqueda de información.
Así, de una manera indirecta, la brecha digital ve incrementado su tamaño también debido a que las oportunidades en términos de educación, empleo e ingresos no son las mismas para hombres y para mujeres. A ellos, se unen otros componentes como el costo de los servicios, la calidad de las redes móviles y la cobertura ofrecida por los operadores de telefonía móvil.
Las barreras socioeconómicas y culturales siguen teniendo un efecto negativo en el desarrollo de la mujer y si bien, son muchas los aspectos en los que hay pendientes, hay que poner especial atención al apartado de tecnología, pues actualmente es a través de ésta que se tiene acceso a nuevos trabajos, información, desarrollo profesional y a medios de divulgación, todos ellos de alto impacto para el crecimiento de las sociedades y de sus integrantes, hombres y mujeres.
Pero además de buscar la igualdad en términos de acceso a dispositivos móviles e Internet, hay que buscar también el aumentar la educación en términos de tecnologías, de búsqueda de contenido y de uso de aplicaciones y servicios digitales, así como de frenar las múltiples amenazas de seguridad que encontramos en éstos. Empoderar a la mujer, no solo significa igualar las cifras, sino darle también acceso a una educación inclusiva y equitativa que le brinde más oportunidades y mejores condiciones de vida.
Imágenes | Pixabay
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com.mx
VER 8 Comentarios