El estado de Yucatán cuenta con innumerables cenotes, cuevas y grutas que se habían estudiado muy poco, pero el Grupo Ajau ha puesto especial interés en descubrir y preservar todo lo que se encuentra en las paredes de dichos espacios. El Grupo Ajau está conformado por antropólogos, arqueólogos, espeleólogos e historiadores que tienen como objetivo estudiar, explorar y difundir la riqueza de las cuevas y cenotes del estado.
Los hallazgos de pinturas y grabados en las cuevas yucatecas muestran el grado de evolución del pensamiento de los mayas, pues los dibujos cuentan con distintos colores, y además dominaban la impresión de negativos, lo que se hace patente en manos, pies y dedos que quedaron impresos en las paredes.
Estos grabados reflejan un alto nivel de especialización técnica, y además son muestra del proceso de escritura y pintura de animales, personas, insectos y deidades. Las cuevas eran utilizadas como refugios, habitaciones, centros ceremoniales, lugares de abastecimiento de agua entre otros, incluso en el presente, siguen teniendo un lugar destacado en la vida de los mayas.
En el año 2010 dieron con el dibujo de una guacaymaya en la gruta de Aktún Santuario en Akil, Yucatán, lo más impresionante es que esta cueva había sido sellada por los mayas, por lo tanto conserva gran cantidad de información para los arqueólogos, no solo por la cuestión de los dibujos, sino también por la cerámica y las construcciones que se encuentran en su interior.
De estilo naturalista, este dibujo plano muestra una destreza en su ejecución atribuible presumiblemente a un sacerdote u otra persona de la élite, la posición de la guacamaya con un ala extendida, y la cola colgando, es como si estuviera parada sobre un techo. El santuario donde se encontró es conocido por los habitantes de Akil, sin embargo, no sospechaban la riqueza que se esconde en su interior.
La cueva cuenta con un gran espacio tanto en vertical como en horizontal, tiene varias galerías y secciones y su lugar más profundo está a 70 metros de la entrada, se puede entrar a través de una gran abertura de 15 x 12 metros que no está visible, ya que se halla oculta por la vegetación.
Dentro de la cueva existen pinturas hechas con distintas técnicas, tanto positivas como negativas y también vasijas y depósitos de rituales, por lo que es probable que grupos nómadas los utilizaran como vivienda. El estilo de los pictogramas encontrados recuerda al periodo postclásico tardío (900 DC a 1521 DC).
Sin duda aún nos queda mucho por descubrir acerca de la cultura maya, pero gracias a grupos de investigadores entusiastas, vamos conociendo cada día un poco más de nuestros ancestros.
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