Ante huracanes, casas-yate: este concepto de vivienda está pensado para flotar y aguantar fuertes vientos y oleaje

Por aquí hemos visto ejemplos en los que la arquitectura y el diseño se fusionan con el intento de preservar el medioambiente (o al menos de ser respetuosos con él), pero también hay ideas para aguantar las sorpresas nada agradables que a veces nos brinda la naturaleza. Y si ésta nos da inclemencias meteorológicas, quizás nosotros podamos poner los yates-casa resistentes a huracanes.

No, no es una clasificación muy habitual para una casa, pero el diseño y la construcción tampoco lo son. Se trata de una propuesta del estudio Arkup, expuesta en el Fort Laurerdale International Boat Show aunque no se trata de embarcaciones per se, sino de unas casas flotantes que serían capaces de aguantar mareas u oleaje agitado además de vientos huracanados.

Casas que flotan, que reutilizan y que se elevan

Los huracanes son, por desgracia, algo habitual en nuestro planeta, sobre todo hablando de ciertas latitudes. En Europa no son habituales (aunque los ha habido), pero si hablamos de ciertas costas en el Pacífico o el Atlántico la cosa cambia y mucho, como vimos con el huracán Irma, declarado la tormenta más grande y poderosa jamás registrada en este último, destruyendo el 90% de las estructuras de la isla de Barbuda.

No hay duda de que en esas áreas las construcciones han de contemplar siempre la resistencia a estos fenómenos y así ocurre en países como Japón, pero la idea de Arkup en conjunto con el arquitecto Koen Olthius es algo más original y sobre todo vistosa. Las que han denominado livable yachts (algo así como "yates habitables"), aunque no se trata de navíos, sino de casas flotantes.

Según describen, estas casas-yate serían capaces de aguantar fuertes oleajes y vientos de hasta 251 kilómetros por hora (156 millas/hora), los cuales se encuadran en huracanes de categoría 4 sin que hubiese corte de suministro energético. ¿Cómo? Ayudándose de un sistema hidráulico que elevaría el hogar más de 12 metros (40 pies) cuando se diese el temporal y tirando de paneles solares en el techo (de 30 kilovatios y baterías de 1.000 kilovatios/hora), además de cristales de alta resistencia.

La elevación la dan los cuatro soportes hidráulicos bajo la casa-yate, los cuales según leemos en Inhabitat además de estabilizarla. Y si se desea recolocarla, dos motores eléctricos de 136 caballos permitirían desplazarla a 7 nudos.

De hecho, algo que destacan es que las casas serían respetuosas con el medio ambiente al recurrir a energía solar y no a combustibles fósiles, sin emisiones contaminantes. Además, irían equipadas de un sistema de purificación del agua de lluvia y uno de gestión de residuos, aunque no matizan las características de éste último ni si se procesarían todo tipo de residuos (y cómo).

En cuanto al diseño, las casas son ajustables al gusto del futuro propietario también en cuanto a dimensiones, así como en relación a estos sistemas que pueden o no incluir. De media cada una mide unos 400 metros cuadrados (4.350 pies cuadrados), con cuatro habitaciones, cuatro baños y un aseo, y una terraza de unos 7 x 3,5 metros cuadrados (24 x 12 pies cuadrados).

Que vengan los tres cerditos y lo vean

Por ahora se trata de un concepto, una idea expuesta de manera virtual, y tendremos que esperar a verla realidad al menos en forma de piloto. Pero quizás a priori nos sea difícil creer que algo así es tan resistente a huracanes, si bien a veces la aparente lógica no casa del todo con la realidad y ya vimos lo resistentes que son las casas de madera ante fenómenos como temblores fuertes.

Está el apunte económico que puede compensar: al no tratarse de una edificación sobre un terreno los propietarios podrían evitar pagar ciertos impuestos, aunque luego habría que contemplar las tasas por anclar la casa en un sitio u otro. También está el supuesto ahorro energético si las placas solares y los tanques de agua compensasen lo que el equipo propone (aquí sería determinante no sólo los sistemas de la casa, sino la ubicación y sus condiciones climáticas).

Así, se trata de una propuesta y como decimos no hay aún ninguna "en pie", pero eso no significa que no se baraje un coste. Según recogen en Digital Trends, el arquitecto y su equipo estiman que cada uno de estos yates-casa estaría en torno a los 2 ó 3 millones de dólares (entre 1,6 y 2,5 millones de euros), y si no hay imprevistos podremos ver el primer prototipo en el río Miami el próximo 2018.

Imágenes y toda la información | Arkup
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