Se llama Park Jung-oh y, pese a que hoy en día vive en Corea del Sur, es un desertor de las filas norcoreanas. Tras haber vivido en carne propia todos los problemas que Corea del Norte acarrea, desde 2015 se ha dedicado a arrojar botellas y mandar globos que cargan suministros para la gente en Corea del Norte.
El objetivo de Park es claro: quiere ayudar a la mayor cantidad posible de norcoreanos. La carga principal de las botellas es arroz, aunque también envía medicinas y dispositivos de almacenamiento como USB o tarjetas SD con material de entretenimiento de Corea del Sur. Sin embargo, hay un mensaje detrás de todo esto.
Para Park, el objetivo entre líneas para la gente en Corea del Norte es que se den cuenta de la realidad en la que viven bajo el régimen de Kim Jong Un y su familia, quienes han gobernado el país durante décadas. De esa manera, busca incentivar el cambio desde dentro.
Aunque el plan de Park pueda parecer descabellado, y yo mismo me preguntaba cómo se aseguraría de que las botellas y globos llegarían a Corea del Norte, todo apunta a que no está lanzando los suministros en vano. De acuerdo con una entrevista que dio para The Korea Times, este hombre consultó su plan con centros de investigación marítima y pescadores.
Según lo que los especialistas pudieron decirle a Park, las botellas llegarían a Corea del Norte siempre y cuando las lanzara en el momento adecuado. Pese a que no se dan detalles de cuáles son las condiciones específicas necesarias para lograr su objetivo, sí se menciona que la dirección de la marea, la fecha y la hora son parámetros importantes a considerar antes de lanzar los suministros. Usualmente hace esto dos veces al mes.
Problemas en ambos lados de la frontera
Park también ha comentado que, hasta su deserción, en la provincia de Hwanghae los agricultores pasan hambre ya que las fuerzas armadas de Corea del Norte se llevan gran parte de las cosechas durante la temporada de recolección. Además, esa provincia está aislada y muy desinformada debido al control absoluto del régimen.
En cuanto al gobierno surcoreano, bajo el mandato de Moon Jae-in, se implementó una ley que prohibía mandar todo tipo de propaganda a Corea del Norte. Esto trajo complicaciones para la iniciativa de Park Jung-oh, pero no duró mucho, pues el Tribunal Constitucional de Corea del Sur declaró en septiembre de 2023 que la ley era, tal como alguna vez dijo León Larregui, anticonstitucional.
Sin embargo, esto ha seguido afectando a Park, pues antes recibía más donaciones de grandes corporativos que, por temor a represalias del gobierno, han dejado de apoyar su causa. Pese a todo, Park continúa su campaña, siempre abogando por la unificación de "las dos Coreas".
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