La decisión por apoyar la fiebre plegable es tan unánime en la industria tecnológica, que fabricantes se están subiendo al barco con todo tipo de propuestas. Con un abanico tan amplio de dispositivos plegables llegando al CES 2020, el primer sentimiento que me acude es el del escepticismo: uno nunca puede desconfiar lo suficiente de que tan auténtica es la funcionalidad de un producto plegable, o si se trata solo de una apuesta del fabricante por nadar con la corriente.
Pero vaya sorpresa la de la Thinkpad X1 Fold. Lenovo ha hecho un gran trabajo en evolucionar el prototipo visto el año pasado, hacia un producto comercializable. Hace falta probarlo a fondo, pero entre más tiempo tiempo uno está con la Thinkpad X1 Fold, más prometedor luce la tablet/netbook/PC/funcionalidad que le encontremos en el camino.
Tablets con teclados las tenemos por montones, pero, ¿qué pasaría si el espacio del teclado pueda, según convenga, ser más pantalla? Imposible hasta ahora, la X1 Thinkpad lo hace posible con ayuda de tecnología plegable.
Pero llegar a la solución a través de únicamente un teclado virtual podría presentar otros problemas para productividad. Los teclados virtuales en tablets son prácticos, pero nunca deseables. Lenovo llegó a la misma conclusión y de paso adjuntó su propio mini teclado físico que tiene doble propósito, al mismo tiempo que agrega versatilidad al dispositivo, disimula el espacio que el dispositivo guarda cuando se dobla.
Sí, el pliegue de la tablet no es perfecto, en ello tiene más del Galaxy Fold que del Motorola razr.
La versatilidad es un propósito elemental de los dispositivos plegables, el Galaxy Fold pretende ser un smartphone/tablet, el Moto Razr un smartphone/pantalla de notificaciones; pero la Thinkpad X1 Fold es al mismo tiempo una tablet, una netbook (para los nostálgicos), o bien un monitor independiente de 13.3 pulgadas 2048 x 1536 megapixeles, pues el teclado igual puede usarle colocándolo encima de media pantalla (con sujeción magnética) o mantenerse por separado.
Lenovo incluso está ofreciendo de un soporte para que, en este modo, la tablet se eleve para estar cerca del nivel de los ojos, mientras el teclado se mantiene a nivel de escritorio.
Lo perfectible
Ni la Thinkpad X1 Fold se libra de tener aspectos que pueden mejorarse. Lenovo está particularmente orgulloso de su bisagra, y asegura incluso que es casi imposible detectarla al palpar la pantalla. En mi experiencia, si bien es cierto que la bisagra no es distinguible a la vista (al menos no en el lugar de exhibición que no tiene toda la luz necesaria para decir que la examinamos con rigurosidad), es justo decir que sí es distinguible al tacto.
El dispositivo además no es uno ligero. La unidad a la que hemos tenido acceso ha estado cubierta en todo momento con una funda protectora, por lo que es difícil garantizar que la experiencia de sujeción sea la más apetecible.
A las dudas de durabilidad se suma que Lenovo no ha sido específico sobre por cuánto tiempo la bisagra debería funcionar con normalidad, solo ha asegurado, como siempre ocurre, que el modelo ha sido sometido a sus extenuantes pruebas.
Tomar su palabra como buena para un modelo cuyo precio de lanzamiento es de 2,500 dólares es un salto de fe arriesgado, por decir lo menos, cuanto más si especificaciones básicas como el procesador a cargo, no han sido reveladas. El usuario de México además tendrá que esperar por la conversión que tenga el precio si es que el dispositivo llega al país.
Aún con tanta precaución, lo dicho está: más tiempo con la Thinkpad X1 Fold me ha causado pasar del escepticismo total a la esperanza de que la fiebre plegable tenga más sentido en el ecosistema PC que en nuestros smartphones. Dicho sea de paso, Lenovo no es el único, Dell ha presentado su propio concepto de tablet plegable, así que no es descabellado pensar que las PC híbridas sean un paso natural en la industria; habrá que esperar para ver si eso puede ocurrir este mismo año, o si tendremos que esperar a las revelaciones del CES 2021.