Un reciente informe publicado por la consultora Canalys advierte de los problemas de la incompatibilidad entre dispositivos que trabajan con Windows 10 y que, llegado el momento, no podrán hacer el cambio a Windows 11 debido a los requisitos que este sistema operativo necesita para funcionar. Alrededor de 240 millones de dispositivos quedarían vueltos chatarra.
Windows 11 necesita al menos un procesador de 1 GHz, una memoria RAM de 4GB y 64 GB de almacenamiento para poder funcionar a su capacidad mínima. Según lo compartido por Canalys, la cantidad de dispositivos que quedarían obsoletos podrían formar una pila de basura tan grande como la Luna.
"Su incompatibilidad con la última versión de Windows reduce enormemente el valor de restauración y venta. Si todos estos [dispositivos chatarra] fueran portátiles plegados, apilados uno encima de otro, formarían una pila de 600 kilómetros más alta que la Luna".
El impacto económico y ambiental de la chatarra electrónica
Además, advirtieron de que tal cantidad de desechos podría alterar el mercado, pues habrá organizaciones que deberán ajustar sus finanzas para los presupuestos destinados a nuevos productos, resultando en una inversión económica complicada para algunas de ellas. Una de las conclusiones evidentes es que, en la mayoría de los casos, los fabricantes se olvidan de crear productos que tengan una vida útil prolongada.
Eso sin mencionar el impacto ambiental que significará el desguace de estos dispositivos. Ya no solo por el hecho de ser fabricados se contribuye a la contaminación, también deshacerse de ellos implica trabajo que no es del todo amigable con el planeta.
"Las manufactureras deben incorporar durabilidad, reparabilidad y reciclabilidad en el diseño de sus productos, y los proveedores de sistemas operativos deben garantizar que estos dispositivos sean utilizables y seguros durante el mayor tiempo posible".
Canalys señala que hacen falta muchos cambios tanto dentro como fuera de las fabricantes, pues los aparatos reguladores deben elaborar propuestas para asegurar que este tipo de prácticas se sigan de la mejor manera posible.
Lo único seguro de todo esto es que hay una problemática latente de incompatibilidad entre sistemas operativos más nuevos con dispositivos más viejos. Las especificaciones de Windows 11 agravan este escenario, en el que una montaña de chatarra se asoma por todo el mundo, provocando repercusiones económicas y ambientales. La inversión en prácticas sostenibles es una necesidad que debemos implementar para dirigirnos hacia un mundo un poco más sustentable.
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maxrodriguezsalinas
inserte meme de:
Noooooooooo creo....
siempre van a ser funcionales hasta que los certificados de red expiren y aun después serán funcionales para ofimáticas, embeded y sistemas de control industrial
para lograr esa pila de basura paranoica que dices MS necesitaría poner en la ultima actualización un programa que queme todo el hardware de los procesadores y motherboards para que realmente se vuelvan basura...
Nahuel
!! Que comentario más exagerado, la normalmente sigue usando el equipo aunque ya no reciba actualización, sobre todo en países del tercer mundo como nosotros (aunque digan que somos la 12 economía del mundo) 🤠.
river83
Amarillismo a mas no poder
Como si la mayoría de las personas tiraran sus equipos solo por no poder actualizar automáticamente a otro Os
En donde trabajo todas las Pc usan windows 7 🤷♂️
gabubu
y si las cortan a la mitad y las apilan en modo torre en vez de como montaña llegaríamos a Marte... o si les instalamos Ubuntu o incluso si no hacemos nada... seguiríamos usándolas... y no pasaría nada... sugerencia, si aún asi todos deciden tirarlas, no las tiren todas juntas en el mismo lugar, tantito sentido común gente!!! cuidemos la luna, solo tenemos una!!!!