El diseño y el funcionamiento que Steve Jobs desarrolló para su smartphone llegaron hasta el iPhone 8 (aunque seguro le habría parecido demasiado grande -una tabla de surf-). El nuevo dispositivo de los de Cupertino, parcialmente rompe con sus predecesores y se reinventa de cara al futuro. Este móvil parece ser el primer paso hacia lo que Tim Cook define como innovación.
El iPhone X parece querer volver a ser el smartphone disruptor que redefinió nuestra comunicación móvil -incluso en México a través de Telcel- y la forma en que escuchamos música -entre muchas otras cosas-; pero que también fue el detonante de nuevos mercados, como el de las apps. Pero, ¿tendrá lo necesario para lograr dicho objetivo?
Según el documento Tech Trends 2017, de la firma Growth from Knowledge (GfK), las tendencias apuntan hacia un crecimiento en: el consumo de contenidos de la realidad virtual y aumentada y un mayor número de transacciones a través de los smartphones, además de la llegada del Internet de las Cosas.
Aunque hay medios como PC World que añadirían un más rápido servicio de conectividad LTE, procesadores más potentes y mayor almacenamiento. Veamos si el nuevo smartphone de Apple podría hacer frente a este tipo de requerimientos.
¿Se reinventó el smartphone disruptor?
Para conectarse a las redes 4G LTE, como las de Telcel que tiene planes como el Max Sin Límite 5000, el iPhone X cuenta con dos diferentes módems. El modelo A1865 tiene un Qualcomm X16, mientras que el A1901, un Intel XMM 7480, los cuales son capaces de alcanzar velocidades de hasta 600 Mbps
¿Esto qué quiere decir? Bueno, que quienes tengan este dispositivo se podrán enlazar sin problema a las plataformas LTE Advanced existentes.
Ahora, al romper con el pasado y eliminar el Touch ID, que se volviera un referente de seguridad biométrica, Apple tenía que encontrar un mecanismo con tanta o más eficiencia que el escáner de huellas. La solución fue lograda incorporando diferentes elementos de hardware y un software de reconocimiento facial que resulta ser más fiable (pues sólo podría fallar una vez en 1,000,000).
Face ID se trata de un sistema que conjunta el funcionamiento de la cámara frontal, una cámara y un proyector de infrarrojos, además de una luz de apoyo, lo que permite reconocer los rostros, pero de una forma más compleja, pues funciona a nivel tridimensional.
Lo verdaderamente interesante es el cerebro detrás de este sistema de reconocimiento facial -y de todo el dispositivo, en realidad-, pues con el procesador A11 Bionic se trata de emular a una red neuronal capaz de soportar una forma de inteligencia artificial denominada machine learning. ¿Qué es esto? Bueno, se trata de una serie de programas basados en algoritmos capaces de revisar todos los registros de una base de datos y aprender de ellos para realizar predicciones u ofrecer sugerencias. Gracias a esto, la nueva forma de desbloqueo del iPhone X nota los cambios en los rostros de los usuarios y los reconoce.
Este nuevo procesador cuya arquitectura es capaz de realizar funciones de una forma más simple y rápida -parece que puede hacer frente a las MacBook Pro-, también permite darle nuevas capacidades al dispositivo.
Esto nos permite contar con una herramienta de autorización de pagos más segura, pero también nos lleva al mundo de las realidades virtual y aumentada.
Aunque sabemos que Apple estuvo tiempo trabajando en esto sin hacer mucho ruido, parece que su el primer paso público son los ahora célebres animojis, que aprovechan estas tecnologías y su poder de procesamiento para crear mensajes divertidos a través del reconocimiento facial y generación de gráficos en tiempo real.
Obviamente, muchas de estas funciones operan sin problema en la cámara trasera, lo que permitiría a los usuarios generar escenas divertidas con personajes animados incrustados artificialmente o, incluso, el aprovechamiento para nuevas experiencias que permitan transformar la realidad a través de la pantalla.
El que un iPhone X ya tenga este tipo de capacidades, tal vez es el impulso que los desarrolladores de contenidos y experiencias de realidad virtual o aumentada esperaban para que esta rama de la industria comience a madurar. Algo similar a lo que pasó con el Touch ID o, incluso, con las apps.
¿Es el iPhone lo suficientemente disruptor?
No todos los fabricantes de smartphones cubren cada uno de los puntos que buscan los usuarios a través de las tendencias, pero en el caso del nuevo dispositivo de Apple parece estar muy cerca. La conectividad y su transferencia de datos es veloz, se cuenta con capacidades de realidad virtual y aumentada, un sistema de seguridad más avanzado, un procesador bastante potente y sí, más espacio de almacenamiento.
Según palabras del propio Tim Cook, es un dispositivo que apunta su evolución hacia la siguiente década y aunque faltan muchas pruebas por hacer, parece que el iPhone X -disponible con Telcel en planes Max Sin Límite que incluyen redes sociales como WhatsApp, Facebook, Twitter, Snapchat e Instagram, además de UBER- avanza en la dirección correcta.
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