Hace algunos años, los usuarios de las redes móviles soñábamos con contar con una conexión verdaderamente rápida y, actualmente, gracias a la evolución de la tecnología y las plataformas de telecomunicaciones podemos disfrutar en nuestros smartphones de una transferencia de datos veloz.
En 2006 las velocidades de descarga de GSM y 2G eran de 2.4 a 14.4 Kbps, estas han quedado en el pasado. Una década tardamos en alcanzar los 100 Mbps gracias a que llegó el 4GLTE; para 2018, Telcel puso en operación la primera red 4.5G de México, a la que denominó GigaRed, con la que se podrían alcanzar velocidades más rápidas de hasta 1 Gbps.
Ahora, para disfrutar de este servicio sólo hay que tener una SIM versión 6.3 o superior (que es altamente probable que los usuarios cuenten ya con ella, pues se comercializa desde hace un par de años) y un equipo compatible: iPhone 8, 8 Plus y X; los Galaxy S8, S8+, Note8, S9, S9+, A8, A8+, A7 y A5 -2017-; Moto Z2 Force y G5 Plus; Xperia XZ1, XZ Premium; los LG G6, G6+ y los Mate 10, 10 Pro y 10 Lite.
Sin embargo, más allá del ancho de banda de una red 4.5G, un punto importante a resaltar es: la latencia.
El ABC de la velocidad de tu conexión
Una mejor experiencia de navegación, intercambio de datos y uso de la telefonía móvil está determinada por la latencia y el ancho de banda. La primera es el tiempo que esos datos tardan en ser llevados de un punto a otro, mientras que la segunda es la capacidad de transferencia de información que tiene una red.
Latencia es el retraso natural existente entre la petición y transmisión de los paquetes de datos dentro de una red; es decir, lo que una persona tarda en recibir respuesta a una solicitud -en este caso, hecha desde un smartphone- son milisegundos (ms).
Por ejemplo, una red 4GLTE tiene una latencia de hasta 50 ms, un momento insignificante para muchas circunstancias, pero que puede representar un retraso considerable cuando requerimos respuesta inmediata de nuestra plataforma de comunicación, como cuando estamos usando los mapas de navegación o cuando estamos en una partida gamer online. Una demora en la respuesta que podría representar perder la ruta o perder un torneo de eSports.
La implementación de tecnologías LTE Advanced Pro, en las que se basa GigaRed, reduce la latencia a solo 10ms. Lo cual representa un intercambio de datos mucho más fluido y veloz, prácticamente en tiempo real.
Podemos poner la latencia de una red 4.5G en contraste con otro tipo de redes: * 10 ms una red Ethernet moderna * 120 ms para una red de datos móviles 3G * 800 ms en un satélite
Entre una generación de redes móviles y otra, la diferencia en la velocidad de la latencia es dramática.
Ahora, en relación con el ancho de banda, la nueva infraestructura tendría capacidades de transmisión superiores a los 300 Mbps y podría llegar hasta 1 Gbps. Esto gracias a tecnologías de antenas múltiples basadas en MIMO que aprovechan mejor el espectro radioeléctrico disponible, utilizando múltiples transmisores y receptores para agilizar el tráfico de datos.
Optimización de la conexión
Redes 4.5G, como GigaRed de Telcel, pueden ser hasta diez veces más veloces en comparación con la generación anterior. De manera que la experiencia de usuario se vería optimizada gracias a una conexión con estas características.