Vapear o no vapear, esa es la cuestión. En México hace dos años quedó prohibida la importación de vapeadores por decreto presidencial. En junio del 2021 la Suprema Corte echó atrás la prohibición debido a que, dijo, atentaba contra el libre desarrollo de la personalidad.
Por ello ahora la prohibición tiene una nueva vía: eliminar la importación legal de los dispositivos desde el Congreso. El Senado ha aprobado la nueva Ley de los Impuestos Generales de Importación y de Exportación y en ella se lee que vapeadores "son indudablemente dañinos" y que sus emisiones en forma de aerosol "podrían ser incluso equiparables a la amenaza a la salud que representan los cigarrillos combustibles comunes".
Sucede que los dispositivos contienen metales como cadmio, níquel, cobre, estaño, plomo, plata y aluminio, así como formaldehído, acetaldehído y acroleína, compuestos que pueden ingerirse durante el vapeo. A la letra, el texto prohíbe los "sistemas electrónicos de administración de nicotina, sistemas similares sin nicotina, cigarrillos electrónicos y dispositivos vaporizadores con usos similares".
La discusión del vapeo
La discusión sobre el vapeo se centra en si es o no una alternativa al cigarro convencional. Por una parte no hay combustión, de manera que se reduce la emisión de sustancias tóxicas que se ingieren. Incluso hay quien defiende que personas que están en proceso de dejar el cigarro suelen recurrir a vapeadores que les ayudan a dejar el hábito paulatinamente, pero no hay suficiente evidencia para asegurarlo con certeza.
Por otra parte, también hay evidencia de que personas jóvenes que usan vapeadores pueden eventualmente migrar con más facilidad al cigarro convencional, y no ayuda el que, a decir de la Organización Mundial de la Salud, hay sustancias de vapeo anunciadas como libres de nicotina que en realidad no lo están.
De hecho la Organización Mundial de la Salud tiene una guía sobre vapeadores y en ella se lee que "no hay duda de que son perjudiciales para la salud y no son seguros". Son especialmente riesgosos si los usan los adolescentes dada la adicción que produce la nicotina y la posibilidad de que los vaporizadores sean método para después consumir cigarro. A decir de la OMS los gobiernos deben restringir la publicidad, la promoción y el patrocinio de productos similares.
El problema es que de la restricción y de la falta de promoción a la prohibición hay un trecho importante, sobre todo si se considera el mercado negro en México. 'México y el Mundo Vapeando' dijo en septiembre del 2021 que la venta de vapeadores se disparó en México tras la prohibición de su importación por decreto presidencial y Philip Morris ha dicho que prohibir por completo los vapeadores no hará más que incentivar el mercado ilegal. Justo esa fue la discusión en el Senado en donde la mayoría de partidos se dijo en contra de la prohibición y se dijo en pos de la regulación.
"Lo que estamos haciendo es dejando en manos del mercado negro la distribución en lugar de que empresas responsables y a las que se puede sancionar, los importen, paguen impuestos, paguen sueldos, y estamos empujando este tema a la informalidad y a la ilegalidad como ha sucedido en el caso de la marihuana" dijo el senador Luis Ortiz.
Del lado contrario se argumentó que la prohibición sí hará que en México se dejen de comercializar vapeadores, incluyendo aquellos que incluyen sabores para "enganchar a los niños, a las niños y a los adolescentes que después serán consumidores de otro tipo de drogas", dijo la senadora Lilia Valdez.
La ley que ha aprobado el Senado todavía tiene que ser aprobada en Cámara de Diputados. Incluso si se confirma la prohibición de importación de vapeadores, en México no está prohibido su uso, una laguna que, se dijo en el Senado, también ayudará a promover el mercado negro.
Imagen 1 E-cig
