Vacunas para combatir el cáncer: este es el más reciente anuncio por parte de Rusia y el presidente Vladimir Putin, quienes han revelado un "avance significativo" en la investigación del cáncer mediante lo que denominan "biológicos de nueva generación".
Estas vacunas no son realmente algo novedoso, sino más bien un tratamiento con más de 100 años de historia que busca "enseñar" al sistema inmunológico a combatir el cáncer.
A pesar de que esperan que estas vacunas se utilicen "eficazmente como métodos de terapia individual", hasta el momento Putin no ha revelado suficiente información, como a qué tipo de cáncer se dirigirán los biológicos propuestos ni la forma en que funcionarán.
Este tipo de investigación no es inédita, ya que recientemente en el Reino Unido, BioNTech anunció ensayos clínicos para proporcionar tratamientos personalizados contra el cáncer a 10,000 pacientes para 2023.
Moderna y Merck & Co también han anunciado desarrollos en el área, ya que están trabajando en una vacuna experimental en etapa intermedia de avance que, según sus estudios, reduce a la mitad la posibilidad de recurrencia o muerte por melanoma, el cáncer de piel más mortal, tras tres años de tratamiento.
La historia de las vacunas para el cáncer
La inmunoterapia, que utiliza vacunas para infectar a los pacientes con cáncer con distintos tipos de bacterias para eliminar el cáncer, no es una idea nueva. Desde 1890, el doctor William Colley ya experimentaba con procedimientos similares, infectando a sus pacientes con bacterias muertas mediante calor, haciendo el tratamiento más seguro.
Bajo este método, según la revista Nature en un artículo, trató a cientos de personas, curando a más de una cuarta parte de sus pacientes con sarcoma y algunos otros tipos de cáncer. Además, su éxito fue notable, ya que sus pacientes sobrevivían una media de 8.9 años en comparación con los 7.0 de los pacientes contemporáneos.
A pesar de ello, tras más de un siglo, el campo de la inmunoterapia investigado por Colley no se ha concretado definitivamente, principalmente debido a la llegada de terapias como la radiación y la quimioterapia, métodos más fáciles de estandarizar que los del doctor, que requerían ajustes individuales para cada paciente y no eran tan eficaces para otros tipos de cáncer que no fueran el sarcoma.
Además, al no comprender completamente los procesos de Colley, pocos médicos pudieron replicar sus resultados, lo que también hizo que muchos detalles de su trabajo fueran ignorados. No obstante, en la actualidad, gracias a una mejor comprensión del sistema inmunológico, así como de las infecciones y la regresión del cáncer, su investigación está experimentando un resurgimiento.
Por ahora, los investigadores tienen varias propuestas para continuar el trabajo de Colley, con vacunas desarrolladas por la farmacéutica MBVax, las cuales no han tenido éxito en todos los pacientes, o con nuevas teorías que sugieren que el doctor era capaz de estimular una clase específica de moléculas que permitían aumentar la respuesta inmunitaria del sistema y combatir al cáncer.
En cuanto a la vacuna de Rusia, aún es muy pronto para llegar a una conclusión, ya que falta información transparente sobre su funcionamiento y los tipos de cáncer a los que se dirige. Por lo tanto, de momento, solo queda esperar a que se revelen todos sus detalles.
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