Cirujanos de Estados Unidos lograron implantar con éxito el corazón de un cerdo modificado genéticamente en un hombre de 57 años después de siete horas de operación, un hito que podría ser una solución en el futuro para resolver la escasez de órganos donados.
De acuerdo con la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland, el procedimiento "histórico" tuvo lugar el viernes y a pesar de que el pronóstico del paciente no es seguro todavía, ni están claras cuáles serán sus posibilidades de supervivencia a largo plazo, ya por sí sola la operación representa una gran noticia.
Esto porque el paciente David Bennet no era apto para un trasplante humano por tener una salud precaria, sin embargo ahora se está recuperando y siendo monitoreado para ver su evolución con el nuevo órgano.
Luego de que en los últimos meses Bennett había estado postrado en una cama con una máquina de circulación extracorpórea, la Administración de Alimentos y Medicamentos otorgó la autorización de emergencia para la cirugía en la víspera de año nuevo.
Según detalla el médico encargado de la operación, Bartley Griffith, actualmente se está procediendo con cautela sobre los resultados del trasplante, pero hasta ahora se mantienen optimistas sobre lo que representa en futuros pacientes esta intervención.
Edición genética para evitar el rechazo del corazón
Para poder realizar la operación se utilizó un cerdo que pertenecía a una manada sometida a procedimientos de edición genética. Para esto se realizaron 10 modificaciones genéticas únicas: tres que habrían llevado al rechazo de los órganos en humanos y uno que hace que el tejido del corazón crezca en exceso fueron eliminados.
Además se insertaron en el genoma seis genes humanas para permitir la aceptación del órgano en el cuerpo, en una edición que estuvo a cargo de la empresa de biotecnología Revivicor, en Virginia. Esta compañía fue la misma que suministró el cerdo usado para el trasplante de riñón a un paciente con muerte cerebral en el mes de octubre.
Sin embargo, a diferencia de en esa ocasión, que se trataba de un experimento y el riñón se conectó fuera del cuerpo del paciente quien se encontraba con muerte cerebral sin esperanza de recuperación, en esta cirugía se tenía el objetivo de salvar la vida de una persona.
En esta ocasión el órgano se mantuvo en una máquina de preservación antes de la cirugía y para suprimir el sistema inmunológico del paciente se usó un nuevo medicamento experimental fabricado por Kiniksa Pharmaceutical, así como medicamentos antirrechazo convencionales.