Elon Musk ha revelado sus planes para Neuralink, su implante cerebral informático del tamaño de una moneda, y de momento, se tiene contemplado iniciar las pruebas con pacientes humanos en seis meses, es decir, aproximadamente para la mitad de 2023.
La empresa presentó sus últimos avances durante una conferencia el miércoles 30 de noviembre, detallando cómo se ha estado trabajando en refinar el producto, que sigue siendo el mismo principio, un pequeño dispositivo, y los cables con electrodos, además del robot que realiza la operación para extraer un pedazo de cráneo de la persona y hacer el implante.
De momento, se encuentran en conversaciones con la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA) para poder obtener la aprobación y utilizar sus implantes. Según Musk, de momento solo falta que este organismo dé el visto bueno para comenzar con las distintas pruebas de validación de la tecnología.
Esta no es la primera vez que el magnate da un plazo para comenzar con los ensayos en humanos, pues ya en otras ocasiones había comentado que estas iniciarían a finales de 2020 y luego durante 2022, algo similar a lo que pasa con sus otras compañías, como SpaceX y Tesla.
Entre las distintas aplicaciones que Neuralink pueden tener, se encuentra el poder restaurar la visión, pero también en ayudar a los pacientes discapacitados a que se puedan mover y se comuniquen nuevamente, además de permitir controlar dispositivos electrónicos complejos, como computadoras o smartphones, utilizando únicamente el cerebro.
El camino de Neuralink hasta ahora
Recordemos que hace casi dos años, la compañía mostró monos a los que se les habían implementado unas de las primeras versiones de Neuralink, mismos que podían jugar Pong "telepáticamente".
Luego de que se revelara que varios de estos animales habían muerto, "sufriendo en extremo", según organizaciones ambientales, la compañía detalló que hubo eutanasias debido a las condiciones preexistentes.
Por otro lado, una empresa que si le ha ganado la partida a Neuralink es Synchron, que desde mediados de 2021 recibió la autorización de la FDA para iniciar estudios y ayudar a pacientes con parálisis severa, con un dispositivo capaz de usar los datos cerebrales para controlar dispositivos externos "pensando simplemente en moverlo", para poder enviar desde mensajes de texto, correos electrónicos, compras en línea y hasta acceder a servicios digitales.