Malas noticias: un grupo de investigadores logró identificar partículas diminutas de plástico en el tejido pulmonar extraído de pacientes humanos vivos, siendo la primera vez que se se logra observar estos materiales en personas vivas.
El equipo integrado por miembros de la Universidad de Hull y el Hospital Castle Hill publicaron sus descubrimientos en la revista Science of the Total Environment, tras obtener las muestras de sus pacientes en un hospital.
Hasta ahora los estudios habían mostrado que los microplásticos se han acumulado a lo largo del planeta, pues recientemente se dio a conocer un informe señalando que estaban presentes en el Observatorio Pic du Midi, ubicado a 2,877 metros sobre el nivel del mar en uno de los lugares considerados "más limpios" del mundo, por la poca influencia del clima y el medio ambiente local.
Otros estudios también han permitido ubicar los trozos de plástico tanto en animales y humanos. En el caso de las personas tanto vivas como fallecidas, se encontraban en el bazo, riñones e hígado, pero un informe apenas el mes pasado proveniente de Países Bajos, reportaba microplásticos en el torrente sanguíneo de un paciente humano vivo.
Así fue como obtuvieron las muestras
Ya que los investigadores tenían la sospecha de que estos pequeños pedazos podían ser inhalados, trabajaron con equipos quirúrgicos en el Hospital Castle Hill, donde un grupo de pacientes se sometió a cirugía para tratar dolores pulmonares y aceptaron se examinara tejido extraído de sus pulmones durante la operación.
Con esto se pudieron obtener 13 muestras que tras un análisis en microscopio evidenciaron en 11 de los casos pedazos de plástico. Al estudiar los trozos descubrieron 12 tipos diferentes, entre ellos algunos usados en entornos domésticos, como ropa, envases y botellas.
Aunque los investigadores esperaban encontrarlos en la parte superior de los pulmones, también se descubrieron en las regiones inferiores, algo que debería ser más difícil, pues esta sección es muchísimo más pequeña y debería complicar que se depositaran en esa zona. Además se encontró que había niveles de plásticos más altos en los hombres que en las mujeres.
Por el momento sigue siendo una incógnita el impacto real de los microplásticos en el cuerpo y la forma en que afectan la salud de las personas, pero este tipo de investigaciones probablemente servirán para analizar no solo el aire que se respira, sino también lo que comemos y bebemos.
Imagen: Fundación Aquae
