El sarampión llegó a Ciudad de México. Secretaría de Salud confirmó, por la noche del 20 de marzo, la llegada de un caso importado en niño de cuatro años que ingresó por el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México el 14 de marzo y que provenía de Londres. El niño es originario de Rumania, residente de Hungría y tiene antecedente de aplicación de una vacuna.
La exploración física arrojó todo lo que se le necesitaba. Los síntomas eran exactamente los de un caso de sarampión: los típicos puntos rojos que predominaban en su cabeza, tórax y brazos y, además, el paciente tenía conjuntivitis, tos, coriza y fiebre. Por ahora está estable y está en recuperación en domicilio.
Los síntomas son de lo más diversos. Además de los mencionados, puede haber dolor de articulaciones y secreción nasal. Las complicaciones son devastadoras y entre ellas se incluyen:
- diarrea intensa
- infecciones de oído
- ceguera
- neumonía
- inflamación del cerebro
¿Hay tratamiento contra el sarampión?
Una vez que hay contagio, no existe ningún tratamiento antiviral específico contra el sarampión, según especifica la Organización Panamericana de la Salud. Todo cuidado debe centrarse en aliviar los síntomas y prevenir complicaciones. Para ello se recomienda:
- beber mucha agua
- tener tratamientos para combatir la deshidratación y compensar la pérdida de líquida debido a diarrea o vómitos
- pueden recetarse antibióticos para tratar la neumonía y las infecciones de oídos y ojos
- Se recomienda recibir dos dosis de suplementos de vitamina A, con un intervalo de 24 horas entre ambas. Según la OMS, ello puede ayudar a pervenir las lesiones oculares y la ceguera.
El sarampión es tan grave que a nivel mundial sigue siendo una de las principales causas de muerte en niños pequeños.
¿Cómo se contagia el sarampión?
El virus es especialmente efectivo para diseminarse. Se trasmite mediante gotas de aire en nariz, boca o garganta de la persona infectada y puede sobrevivir en el aire o superficies por alrededor de dos horas. Esa es la clave de por qué es tan infeccioso: una persona a contagiarse no necesita siquiera estar en el mismo espacio, al mismo tiempo, con la persona infectada.
Por si fuera poco, se estima que una persona infectada puede infectar a nueve de cada diez contactos directos no vacunados. La erupción cutánea es un momento particular en el desarrollo de la enfermedad, pues la OMS asegura que el virus es transmisible cuatro días antes y hasta cuatro días después de que se hace presente la característica erupción cutánea.
Una alerta pendiente
En febrero pasado la OMS lo advirtió: más de la mitad de países del mundo podrían entrar en riesgo alto de casos de sarampión debido a la falta de cobertura de vacunas durante la pandemia de COVID-19.
México nunca ha estado totalmente libre del virus del sarampión por completo. En 2019 hubo 20 casos importados y en 2020, 196 casos, según cifras recopiladas por la periodista de ciencia Maria Luisa Santillán para Ciencia UNAM. Hasta la semana epidemiológica cinco del 2024 se notificaron 140 casos probables de sarampión o rubeola, según el aviso epidemiológico del 8 de febrero. A decir de la OMS, hasta febrero de 2024 había 306,291 casos notificados, un aumento del 79% respecto al mismo mes del 2023.
¿Hay vacuna contra el sarampión en México?
Sí, y en muchas presentaciones. Existen la doble viral (sarampión y rubeola, SR), triple viral (sarampión, parotiditis y rubeola,SRP), y tetra o cuádruple viral (sarampión, parotiditis, rubéola y varicela, SRPV).
La vacuna se aplica en dos dosis en niños. La primera se administra después de los 12 meses y para la segunda dosis se sugiere aplicar a los seis años de edad. La vacuna no elimina por completo la posibilidad de contagio, pero sí ayuda a evitarla y sus complicaciones. Si ninguna vacuna ha sido aplicada o se desconoce, la Alianza por la Vacunación recomienda aplicar nuevamente en adolescentes y adultos.
En 2022, 83% de niños de todo el mundo recibieron una dosis de la vacuna contra el sarampión antes de cumplir los 12 meses de edad. Ese es el porcentaje más bajo desde 2008. La vacunación es fundamental porque se estima que ha evitado 56 millones de muertes entre 2000 y 2021.
Imagen de portada | SELF Magazine
