Cualquier persona creería que su información está asegurada por el hecho de contar con una contraseña o patrón de desbloqueo en su teléfono o smartphone, pero nada menos alejado de la realidad. La cruda verdad es que el gobierno mexicano puede, y seguramente lo ha hecho, intervenir tu línea telefónica sin tu conocimiento ni consentimiento.
Lo que es peor, la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión establece que toda información que se envíe y se reciba desde un teléfono debe respaldarse por hasta dos años por parte de las empresas de telefonía para posible consulta del gobierno. Esto incluye llamadas, mensajes de texto, archivos enviados y recibidos, fecha, hora y duración de cada llamada hecha o recibida, buzón de voz, geolocalización del teléfono, así como nombre y domicilio de toda persona que cuente con una línea telefónica.
De acuerdo con un reciente reportaje, durante los últimos siete años la Procuraduría General de la República (PGR) ha intervenido la línea telefónica de un ciudadano para escuchar sus conversaciones, y por ende, violando su privacidad. En total, jueces federales han otorgado a la PGR 1,167 autorizaciones para vulnerar líneas telefónicas de ciudadanos mexicanos anónimos.
Y jamás te enterarás
Esta situación es por si sola llamativa y aterradora a su manera, pero lo que resulta el colmo es que las personas que han visto afectada su privacidad jamás se enterarán. Esto se debe a que no es necesaria una orden judicial sino que basta con un oficio firmado por jefes policíacos y procuradores de justicia, entes facultados para solicitar la información, para que la información sea entregada por los proveedores del servicio.
Aún peor, se sabe que jefes policíacos de 25 estados del país han reprobado los exámenes de control y confianza, por lo que cabe la posibilidad de que tengan participación en actividades ilícitas, y aún así, están facultados para acceder a información sensible sin obligación a notificar al ciudadano.
Aún con el panorama negativo, hay entidades como R3DMX que están luchando por incluir una reforma en la ley que obligue a las autoridades a avisar a los usuarios sobre la intervención a sus líneas, se trata del Derecho a la Notificación. Sin embargo, como es de esperarse se trata de una tarea difícil, pero Fernando García, director de R3DMX, confía en que se logrará.
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victor.chumacerogalv
Si ya me imagine lo siguiente " Sr. Chapo Guzman, le informamos que desde este momento la Procuraduria esta interviniendo su linea telefónica, lo hacemos de su conocimiento pues estamos obligados a notificarlo, disculpe las molestias que esto le ocasiona". ja ja ja
solis27
ESO SI SE DEBERIA DE LEGISLAR Y PODRIA SER UTIL POR EJEMPLO EN SECUESTROS PARA RASTREAR A LAS VICTIMAS O EN ALGUN OTRO CASO DE ACCION CONTRA LA DELINCUENCIA, LAMENTABLEMENTE ESA INFORMACION NUESTRA ESTA A MERCED COMO DICE EN EL ARTICULO DE JEFES POLICIACOS QUE NO APRUEBAN EXAMENES DE CONFIANZA, ASI QUE ¿EN MANOS DE QUIEN ESTAMOS? A VER SI LOS LEGISLADORES PONENATENCION A ESTO Y NO A TONTERIAS COMO PROHIBIR LOS MEMES O COSAS ASI.
mileister
Y con todo eso no pueden localizar los teléfonos robados...?
js_lizarazo
Esto lo hacen desde hace mucho y a nadie le importa, no sé por qué sería noticia.
La "justicia" en México de verdad que es ciega, van por ciudadanos normales cuando saben donde está el hueso gordo.
d_hidalgo_m
Qué forma de vigilar a sus ciudadanos, si ya saben que existe descontento social por el mal gobierno, la mejor solución que se les ocurrió fue vigilar a los inconformes en lugar de mejorar su corrupto gobierno.
Solo en México.
liev
Un arma de doble filo
pablo.loriaocana
Este tema me recuerda tanto al Watchdogs con su CtOS. Dentro de poco habrá grupos de hackers que quieran ganarse a la gente y revelen los trapos sucios de las cabezas del poder.
No tengo problema en que el gobierno meta mano a mis conversaciones, mensajes u otros factores (a fin de cuentas es por seguridad tanto mía como ciudadano como de los demás si detectan que soy una amenaza). Lo que me preocupa es que mis datos se vuelvan públicos o se distribuyan (y terminar recibiendo llamadas molestas)