Muy probablemente, de entre todos los dinosaurios, el Tyrannosaurus rex es el más popular de todos. Algo que no resulta extraño cuando de pequeños aprendemos todo lo que era este temible carnívoro que habitó la Tierra hace más de 65 millones de años. Sin embargo, pese a todos los años de paleontología, aún hay cuestiones a resolver, como su verdadero tamaño.
Un reciente estudio realizado por la Universidad de California, ha teorizado que estos dinosaurios eran mucho más grandes que lo que pensamos.
Un gigante entre gigantes
Resulta que los T-Rex pudieron ser hasta 70% más grandes de lo que los fósiles de "Scotty", el ejemplar más grande que conocemos. Según uno de los coautores del estudio, Jordan Mallon, eso significaría que habría Tyrannosaurus del doble del tamaño estándar que se creía.
Por si no lo conoces, Scotty fue un T-Rex que actualmente encuentra su descanso en el Royal Saskatchewan Museum, en Canadá. Sus fósiles dan forma al Tyrannosaurus más grande del que tenemos registro, con 13 metros de longitud y un peso estimado de 8.8 toneladas (8,800 kg). Durante un tiempo, se pensaba que este ejemplar había muerto a los 30 años, pero actualmente se sugiere que su edad aproximada ronda entre los 23 y 27 años.
Regresando al estudio, es muy importante aclarar que no llegó a sus conclusiones a partir hallazgos recientes de fósiles sino de una proyección matemática. Es importante recordar otra investigación que reveló que en la Tierra existieron unos 2,500 millones de T-Rex, pues a día de hoy solo contamos con los fósiles de 32 Tyrannosaurus adultos. Es decir, tenemos una muestra del 0.000000128% de todos los dinosaurios de esta especie.
Mallon, junto con David Hone (profesor titular y subdirector de la Queen Mary University de Londres), crearon un modelo tomando en cuenta diferentes variables, como la cantidad estimada de población de T-Rex o su esperanza de vida para proyectar al Tyrannosaurus más grande posible.
Entre su modelos, uno que tomaba en cuenta el dimorfismo sexual (es decir, las diferencias de tamaño entre los sexos de los animales de una misma especia), predijo la existencia de ejemplares de hasta 24 toneladas, rondando los mismos números que las ballenas jorobadas, con un rango entre las 25 y 30 toneladas.
Un problema lleno de incertidumbre
Sin embargo, los autores del estudio no confían en dicho modelo, pues de ser los T-Rex una especie que presentara dimorfismo, ya habríamos encontrado ejemplares así de enormes. De hecho, esta investigación expone la difícil labor de los paleontólogos, pues es realmente complicado extraer información de los fósiles.
Thomas Carr, del Carthage College de Wisconsin, no participó en el estudio pero tiene experiencia como paleontólogo de vertebrados y piensa que no es tan descabellado pensar en un T-Rex 70% más grande que Scotty.
Esto nos recuerda que lo que sabemos sobre los dinosaurios no es mucho en absoluto, ya que el tamaño de las muestras es muy pequeño. Ahora mismo, no estamos ni cerca del tamaño de muestra necesario, especialmente si lo comparamos con otras especies de animales. Imaginar un T-Rex de esa magnitud es extraordinario, y creo que un animal de ese tamaño está al alcance, estadísticamente.
La incertidumbre persiste, pero estos debates científicos nos invitan a reflexionar sobre la limitada cantidad de información que poseemos sobre estas criaturas, las cuales alguna vez reinaron la Tierra. A medida que continuamos descubriendo cosas sobre ellos, resulta de gran ayuda mantenernos abiertos a la posibilidad de que los gigantes como el T-Rex, puedan haber sido aún más asombrosos de lo que jamás habríamos imaginado.
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