Energía a perpetuidad para dispositivos pequeños, de eso trata la tecnología Freevolt. Funciona reciclando residuos invisibles de energía en el aire que permanecen de las señales de radio y Wi-Fi, los cuales transforma en corriente eléctrica.
La energía que resulta es suficiente para cargar pequeños dispositivos, como wearables, sensores de humo y cámaras de seguridad, y lo mejor es que se trata de energía totalmente limpia.
De acuerdo a su creador, el mexicano Manuel Piñuela Rangel, "todo lo que hacemos con nuestro celular genera una pequeña carga de energía que queda flotando en el aire, por lo que es un gran desperdicio que nadie usa".
Manuel Piñuela es egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México en donde estudió Ingeniería Eléctrica y Electrónica. Posteriormente su doctorado lo consiguió en el Imperial College de Londres, en donde conoció a su socio Paul Drayson con quien fundó Drayson Technologies.
Aún con todo el conocimiento adquirido, el desarrollo de Freevolt no estuvo libre de dificultades: al inicio, su principal obstáculo fue que el receptor es capaz de captar una muy limitada cantidad de energía de la que se encuentra en el ambiente, de manera que la tecnología no serviría, por ejemplo, para mantener encendidos todos los aparatos y/o electrodomésticos de una casa.
Sin embargo, convencido de que habría algo qué hacer con la energía residual que sí se captaba, para comprobar que Freevolt funcionaba, Piñuela ideó otro invento.
CleanSpace, la prueba del concepto
Para poner en marcha la funcionalidad de su invento, la empresa de Piñuela creó CleanSpace, un producto que consiste en una app y en un sensor de contaminación que no cuenta con espacio para pilas ni con puerto para cargarse.
El tag que siempre se mantiene encendido con ayuda de Freevolt, calcula con precisión la calidad del aire en las áreas en donde te encuentres; la app mientras tanto informa de la calidad del aire pero con base en la información que arrojan los sensores de monitoreo ambiental de las ciudades, e incluso tiene una modalidad de juego en la que se recolectan recompensas por circular en espacios limpios.
De acuerdo a Piñuela, Freevolt puede evolucionar hasta ser una creativa forma de mantener con energía permanente dispositivos y sensores que sean indispensables en un futuro para el adecuado funcionamiento del Internet de las Cosas. Así, sin cables y sin pilas.
Mientras tanto, el inventor mexicano ha sido reconocido como uno de los 35 innovadores menores de 35 años más influyentes de América Latina por la revista MIT Technology Review, certamen en el que además se hizo acreedor a la mención especial como inventor del año.
Actualmente Drayson Technologies tiene oficinas en Reino Unido, Estados Unidos y México, y entre sus objetivos a corto y mediano plazo está conseguir más inversores y empresas que quieran usar Freevolt a través de la modalidad de licencia, pagando un porcentaje de regalías a Drayson.
Vía | Conacyt
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